Tarrés y los bañadores que cambiaron de color
La seleccionadora hizo magia con Ucrania en la prueba de equipos, añadiendo un nuevo elemento a la innovación de la sincronizada.


Fiel a su carácter innovador, Anna Tarrés sigue entendiendo cada coreografía como la construcción de una historia, en la que hay que aportarle originalidad y nuevos elementos para sorprender a los jueces. Si en sus años de seleccionadora con el equipo español destacó por sus creativos bañadores (en Pekín 2008 intentó sin éxito que llevaran luces) y porque sus nadadoras formaran parte de la narración (en Londres 2012 todas las componentes del equipo se cortaron el pelo para colocarse un gorro ceñido para parecer peces), intentó repetir lo mismo con Ucrania en estos Juegos de Río.
En la rutina de equipo, que finalizó el pasado viernes con la cuarta posición ucraniana, a escasas cuatro décimas de una Japón que logró el bronce, llamó la atención al ir ataviado con unos bañadores que cambiaron de color cuando entraron en o con el agua. “Nuestra temática era la magia. Queríamos crear ilusionismo, y qué mejor que crear magia con los bañadores. Un buen elemento para entrar en el ejercicio”, comentó Tarrés.
Para ello, la asesora ucraniana ó con el centro Eurecat de Mataró para desarrollar una pieza que pudiera cambiar de color cuando ase con el agua. Y así ocurrió pese a los problemas que tuvo. “Las tallas no eran las adecuadas, así que tuvimos que ar con un modisto en Río y hasta última hora del miércoles no sabíamos si podríamos tenerlos a punto o no”, remarcó. La parte delantera del bañador contaba con una especie de superficie semejante a un disco, con un pequeño volumen, lo que le permitía cambiar de color y crear esa magia.
La entrenadora, que tiene pensado seguir con Ucrania, comentó que “en unos Juegos hay que comer, dormir y entrenarse si realmente quieres aspirar a la medalla”. No obstante, Ucrania no ha podido adelantar a Japón en esta competición, país que recuperó a su anterior entrenadora y ha logrado subir escalones gracias a su ejecución. Y quiere seguir dando guerra en el próximo ciclo olímpico.