La doble misión del Espanyol ya opera en la frontera ucraniana
Aparcado el autocar en Radymno, los de la expedición reparten material por puntos fronterizos y empiezan a recoger a los refugiados de Ucrania.


Se encuentra el autocar del Espanyol, y sus integrantes, inmerso en la fase central de su misión humanitaria. Tras casi dos días completos de viaje por carretera –con sus preceptivos descansos, como la parada para pernoctar en Stuttgart, el lunes–, llegaba a su destino, la localidad polaca de Radymno, en la madrugada del martes al miércoles. Y allí comenzaba la parte central e imprescindible de esta iniciativa, encaminada a ayudar a las víctimas de la invasión rusa en Ucrania.
Con Radymno como campamento base para el autocar, trasladado hasta allí desde Barcelona por los dos chóferes habituales del primer equipo perico, el objetivo es doble. Durante este miércoles y este jueves, los integrantes de la expedición – de la asociación ‘És per tu’ y un emisario del Espanyol– se están repartiendo en furgonetas para llevar a su destino, a diferentes puntos fronterizos de Ucrania, las más de 3,5 toneladas en productos esenciales, comida, medicamentos y material deportivo que han transportado en el autocar. Asimismo, en colaboración con la asociación policial Copland, se está recogiendo al máximo número de niñas, niños y familiares que puedan subir al vehículo del Espanyol para ser acogidos en Barcelona. Se calcula que rondarán la cuarentena de personas.
📽️ El autobús oficial del @RCDEspanyol trasladará mañana a 40 refugiados y refugiadas hasta España, acogidos por familias catalanas
— Cadena SER (@La_SER) March 16, 2022
➡️ El convoy humanitario de #Copland, la mayor asociación de policías de España, les ha estado recogiendo en la frontera
Informa @andreajvilloria pic.twitter.com/sqzsTFIEgB
Una parte de estas tutelas ya están acordadas, puesto que se trata de chavales a los que ‘És per tu’ venía dando acomodo anualmente en verano (en periodos de dos meses) y Navidad (un mes), procedentes de la zona de Chernóbil, para alejar su sistema inmunitario de las radiaciones que aún se siguen emanando allí tras el accidente de 1986. Supondrán, por tanto, reencuentros con familias que ya los conocen. El resto de acogidas se vehicularán a través de las istraciones públicas.