28 peloteros calificados siguen sin conectar home run tras 16 juegos en MLB:
Peloteros de renombre como Vladimir Guerrero Jr, o Carlos Correa, no se han volado la barda en lo que va de la temporada
En el corazón de abril, cuando el beisbol de MLB ya encendió motores, las tribunas de los parques de pelota se sacuden con tablazos de 400 pies y los highlights nocturnos en los programas deportivas, rebosan de batazos que desaparecen en el cielo, hay una estadística que parece salirse del guion: 28 bateadores calificados aún no han conectado un sólo home run.
No se trata de novatos que apenas toman su primer café en Major League Baseball ni de especialistas defensivos. En esa lista se encuentran nombres que deberían ser sinónimo de poder. Vladimir Guerrero Jr., por ejemplo, flamante multimillonario tras firmar una extensión que, con bonos y proyecciones, lo posiciona como el tercer jugador en la historia con un contrato superior a los 500 millones de dólares.
El dominicano que alguna vez fue proclamado heredero del trono de los bateadores temibles, ahora transita abril sin un solo batazo que haya cruzado la barda.
¿Presión del cheque? ¿Cambio de swing? ¿Otra víctima del frío canadiense en abril? Las respuestas podrían ser varias, pero la estadística no miente.
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Guerrero Jr. apenas ha remolcado siete carreras para Blue Jays en la campaña con un promedio de .284 y .690 de OPS. Los números no se parecen en nada a 2024 cuando impulsó 103 anotaciones.
A su lado, otro que también arrastra un silencio desconcertante es Carlos Correa. El campocorto de los Twins, quien ha cobrado fama por su producción en octubre y su liderazgo en el clubhouse, aún no prende motores con el madero. Su OPS está por debajo del promedio, y mientras Minnesota lucha por encontrar ritmo, su falta de poder resalta como una alarma sorda.
Eso sí, el boricua se mantiene como uno de los mejores peloteros pagos de Minnesota con un promedio anual de 33 millones de dólares.
Y no son los únicos. En esa lista de 28 aparecen otros bateadores reconocidos por su capacidad para castigar la pelota:
- Max Muncy (LAD), quien en 2023 conectó 36 vuelacercas, hoy suma cero.
- Xander Bogaerts (SD), con más de 180 jonrones en su carrera, también está en blanco.
- Alec Bohm (PHI), con swing elegante pero sin fogonazos este año.
- Sal Frelick (MIL) y Jarren Duran (BOS), que viven su consolidación, pero todavía no se estrenan en el casillero de HR.
- Alec Burleson (STL) y Oliver Dunn (MIL), quienes han tenido oportunidades constantes, pero sin recompensa aérea.
¿Casualidad climática o tendencia?
Abril no es el mes más amigable para los bateadores. El frío, los bates aún templando y los ajustes de timing son factores que suelen retrasar las explosiones ofensivas. Jazz Chisholm Jr, quien pegó su sexto tablazo el lunes para liderar en MLB, dijo que el frío lo tenía entumido.
Sin embargo, la mayoría de los equipos ya ha disputado 16 encuentros, y las tendencias comienzan a tomar forma más allá del azar.
En total, se han conectado más de 500 jonrones en lo que va de temporada, lo cual indica que la pelota sí está viajando. Pero no para todos.
La paradoja del contrato
El caso de Guerrero Jr. tiene un ángulo especialmente jugoso. Su acuerdo con Toronto, anunciado como el inicio de una nueva era para la franquicia, contrasta con su producción. El hijo del inmortal ha hecho ajustes para buscar más o y reducir su tasa de ponches, pero el poder que lo hizo famoso (48 jonrones en 2021) parece en hibernación.
La temporada 2025 de Grandes Ligas ha comenzado con un carrusel de emociones: blanqueadas inesperadas, cierres dramáticos, promesas encendidas… y un dato que desconcierta a los amantes del poder: 28 bateadores calificados —es decir, con apariciones suficientes para formar parte del top estadístico— no han pegado un solo cuadrangular después de los primeros 16 juegos (en promedio) de sus equipos.
La cifra contrasta con el pulso habitual del beisbol moderno, donde el slugging no es sólo un recurso ofensivo, sino una identidad.
En total, los 28 jugadores suman más de 3,700 turnos al bate esta temporada sin un solo vuelacercas. Es decir: una sequía acumulada de 28 titulares que pesa más que un bat de maple mojado.
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