Canelo Álvarez y Arabia reviven la politización del boxeo
El reinado de Arabia en el boxeo continúa, ahora con Canelo Álvarez reviviendo aquellos episodios en el que se politizaba el deporte de los guantes.


Arabia Saudita busca limpiar su imagen como parte de su iniciativa más amplia Visión 2030, cuyo objetivo es diversificar su economía y mejorar su influencia global. El país del Medio Oriente quiere deshacerse de esas críticas sobre su historial de derechos humanos, incluidas las restricciones a la libertad de expresión, el trato a las mujeres y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.
Ante ello, mucha gente señala que el reino arábigo ha utilizado al deporte para llegar a ese objetivo. Canelo Álvarez, uno de los mejores boxeadores en el ring, pero también en cuestión de marketing, es esa nueva apuesta, que ya también se dio en el fútbol con la llegada de Cristiano Ronaldo, y en otros deportes donde han tenido ya mayor influencia. Sin embargo, el contexto que se vive en dicho país revive otras peleas que se dieron en donde había represión política. No es la primera vez en la que algún régimen utiliza al boxeo para el sportswashing.
El 30 de octubre de 1974, en medio de la dictadura de Mobutu Sese Seko, se dio una de las peleas que cambiaría la historia del boxeo y que fue vista por mil millones de personas en todo el mundo, Muhammad Ali se medía a George Foreman. Don King fue el promotor que llevo el combate a Zaire, mientras que el dictador financió el combate otorgando $5 millones de dólares a cada boxeador. Ali sorprendió al imponerse por nocaut en el octavo round.

El combate fue titulado como ‘Rumble in the Jungle’, la pelea en la selva, porque se celebró en medio de África en el Estadio del 20 de mayo.
Un año más tarde, Ali viajó a Manila, en medio de otra dictadura, la de Ferdinand Marcos, buscando alejar la mala imagen política que había internacionalmente, con ley marcial impuesta por Marcos para alejar a sus opositores. Ali derrotó a Joe Frazier, quien abandonó el combate en el round 14 al quedar prácticamente ciego.

Fue el final de una trilogía que se tituló ‘Thrilla in Mania’ y que se celebró el 1 de octubre de 1975 en la ciudad de Filipinas. Ambos habían repartido victorias, por lo que está definía al verdadero campeón.
En defensa de Arabia
Más allá de las críticas, los grandes promotores del boxeo defienden la inyección que le ha dado Arabia Saudita al deporte de los guantes, y señalan que de no ser por el país asiático no hubiera sido posible muchos de los grandes combates.
“Este tipo de eventos no podrían realizarse sin aportación financiera. Es por el amor al boxeo de Su Excelencia [Alalshikh] lo que ha hecho que esto suceda. Los fanáticos allí, ¿escucharon a alguien quejarse?” dijo el promotor británico Frank Warren en septiembre del 2024 tras el combate entre Daniel Dubois y Anthony Joshua.
En esa misma cartelera, Eddie Hearn, también salió a defender al jeque árabe y aseguró que “todavía no puedo entender la negatividad de algunas personas. Lo que vimos la semana pasada fue la pasión por el deporte que tiene Su Excelencia”.
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