¿Qué es la postcombustión? El motivo por el que los aviones vuelan más rápido que el sonido
Este mecanismo implementado en las aeronaves sirve para llevar a los motores al 140% de su rendimiento. Este proceso es lo que provoca las famosas llamaradas de los cazas de combate.


El 14 de octubre de 1947, el legendario piloto Chuck Yeager rompió por primera vez la barrera del sonido en un vuelo nivelado horizontal la barrera del sonido. Lo hizo a lomos del Bell X-1, un avión experimental propulsado por cohetes. Poco más de 20 años después, el Concorde realizaría el primer vuelo supersónico con pasajeros en lo que hasta hoy sigue siendo uno de los mayores hitos de la aviación comercial.
Los dos grandes avances que hicieron que se llegara a superar la barrera del sonido fueron el cambio en la geometría del avión y la postcombustión, un proceso que ocurre en las salidas de los motores que llega a generar un 140% de rendimiento en los motores que cuentan con ello.

En el caso de la geometría, se descubrió que los aviones necesitan tener ese morro puntiagudo característico de estos aviones y las alas en forma de flecha, apuntando hacia atrás del fuselaje. Estas modificaciones buscan restar rozamiento a las ondas de choque que aparecen cuando se traspasa la barrera del sonido y que generan resistencia en la aeronave.
¿Qué es la postcombustión?
La postcombustión es un proceso complejo que se desarrolla en las toberas de los motores, la parte situada al final del mecanismo y que aprovecha los gases ya combustionados para mezclarlos con combustible y generar así un aumento en la temperatura de estos al volver a pasar por el proceso de combustión. Por un fenómeno físico lógico, estos gases experimentan una mayor presión y al salir provocan un mayor empuje.
Los motores comienzan el proceso de postcombustión una vez superada la fase de empuje seco, o lo que es lo mismo, una vez se supera el 100% de rendimiento del motor. La fase de postcombustión se denomina empuje húmedo por la mezcla de combustible pulverizado que se añade en el proceso.

Un gasto gigante, pero necesario
El gran problema de la postcombustión es el ingente gasto que produce para el ‘leve’ aumento de rendimiento. Los aviones llegan a consumir un 600% más, para incrementar el empuje solo hasta el 40%.
Sin embargo, gracias a esta mejora, los aviones de combate pueden realizar algunas maniobras increíbles, como el ascenso vertical o acrobacias a alta velocidad. También, gracias a la postcumbustión, el Concorde podía transportar a sus pasajeros de Londres a Nueva York en apenas 4 horas, avances increíbles fruto de este elemento tan desconocido por la mayoría de la población.
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