Una española rompe el idilio de la vida en Suiza con el dinero que paga por la televisión y el gran detalle de los buzones
Ángela Jinjii, residente en el país helvético desde hace un mes, ha lamentado algunos aspectos relativos a los comercios, correos y la recogida de basura.


Suiza es ese país enclavado en el corazón de Europa al que la historia, la geografía y la economía se encargaron de convertir en un recóndito oasis que el imaginario colectivo describe como enteramente verde, de gente buena y donde nunca ocurre nada malo. Y allí donde habite un ser humano nada puede ser blanco ni negro: el territorio helvético, así como el resto de territorios del globo, también tiene sus particularidades.
De mostrarlas se ha encargado Ángela Jinjii una tiktoker residente en Suiza que expone a sus seguidores curiosidades de aquellos sitios que visita. En un reciente vídeo ha enumerado aquellos detalles que tras un mes allí ha podido detectar como no del todo idílicos. “Cosas que no me han gustado de vivir en Suiza”, ha introducido la publicación, yendo directa al grano y sin dejar mucho espacio a la imaginación.
@angelajinjii primer mes en Suiza! 🇨🇭🇨🇭#fyp #suiza #spain #vivirensuiza #españolaensuiza #españa
♬ sonido original - angela en 🇨🇭
“Como no tengas puesto tu nombre en el buzón, no te van a entregar ningún paquete, incluso si no pones tu nombre completo en el buzón”, dice en un primer lugar; casi sin coger aire, pasa al segundo: “Las bolsas de basura cuestan más de un euro cada una y si tiras la basura en una bolsa que no sea la oficial de tu cantón, te van a multar. Y además tampoco hay muchas papeleras por la calle”. En cuanto a los comercios, dice, “cierran super pronto”, y aunque le parece bien que no abran los domingos, como en España, tiene una petición: “Me gustaría que pudiesen abrir algunas horas más al día”.
La última apreciación fue la gota que colmó el vaso. “Una vez al año hay que pagar el impuesto de la televisión, que son unos cuatrocientos euros”, ha relatado, rizando todavía más el rizo con la única condición que puede empeorar más la frase anterior: “Y aunque no tengas televisión, te va a tocar pagarlo”. Después sonríe: “Y por ahora eso es lo que os puedo decir de lo que no me ha gustado de vivir en Suiza”.
En la caja de comentarios han agradecido su sinceridad. “Me alegro de que te vayas dando cuenta y lo compartas tal cual es, todo el mundo idealiza demasiado este lugar”, dice un , aunando el pensamiento general de otros tantos perfiles que, rebeldes, deciden romper con el imaginario colectivo tradicional.
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