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Pierde el teléfono en España y el final le produce sentimientos encontrados: “En Buenos Aires no lo hubiese encontrado jamás”

La creadora de contenido ‘Inmigrante clase B’ quedó asombrada al comprobar la responsabilidad de un individuo que, al encontrar su móvil, lo dejó en recepción.

Pierde el teléfono en España y el final le produce sentimientos encontrados: “En Buenos Aires no lo hubiese encontrado jamás”
Sergio Murillo
Nació en Santa Marta de Tormes en 2001 y creció entre Guadalajara y Badajoz. Amante de la literatura, estudió Periodismo en la URJC. Se estrenó como jefe de Cultura en El Generacional. Ha sido corresponsal para El Estilo Libre y conductor de informativos en Cadena COPE. Entró en Diario AS en 2023 como redactor en Actualidad.
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La cotidianidad de apariencia más monótona está cargada de anécdotas que despiertan en quien las vive reflexiones de todo tipo; todavía más si el que las experimenta se encuentra lejos de su hogar. Esto le ha ocurrido a ‘Inmigrante clase B’, una creadora de contenido argentina que reside en España y que utiliza su perfil para compartir su punto de vista con las más de 77.000 personas que forman su comunidad.

En un reciente vídeo se graba a sí misma caminando por la calle mientras cuenta una de estas anécdotas. "Me acaba de pasar algo acá en España y tengo sentimientos encontrados. Estaba haciendo un trámite en una oficina pública, sentada esperando que me llamen. Cuando me llaman, me toca mi cita, agarro todas mis cosas y me dejo el teléfono celular, el móvil, en la silla de al lado de donde estaba“, inicia, haciendo fácil y comprensible el problema que estaba a punto de afrontar.

Se dio cuenta de que había perdido el móvil mientras estaba siendo atendida. “Revolví toda la mochila, el señor que me estaba atendiendo se ofrece a llamarme y le digo ‘no, lo he puesto en silencio porque no quería molestar en la sala de espera con el ruido de mi móvil’”, cuenta. Salió a buscarlo y vio que la sala, minutos atrás vacía, estaba a rebosar de gente. Estaba a punto de darlo por perdido cuando vio a un hombre sentado en la silla que ella había ocupado previamente; le preguntó y el individuo, amable, le indicó que sí, que lo había visto y que lo había dejado en recepción. Allí fue y, tras desbloquearlo y demostrar que, efectivamente, era suyo, marchó a casa.

Sentimientos encontrados

No quedó en un susto la anécdota, sino que brotó en la influencer una cavilación al comparar lo que había ocurrido con lo que, asegura, habría sucedido en Argentina. “¿Cuáles son los sentimientos encontrados? Que si esto me hubiese ocurrido en Buenos Aires el teléfono no lo encontraba nunca más. Me lo hubiesen apagado y ya está, me quedaba sin móvil por un segundo de distracción", expresa.

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Agradece que en España no ocurra generalmente eso y aclara, para despejar malentendidos, que “en Argentina también hay gente buena” y que, quizá, se trata de una cuestión de calidad humana y no de países. De una forma u otra, “acá me sigue asombrando y lo supervaloro”.

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