Se gasta casi 600 euros en un restaurante estrella Michelin en Alemania y deja una crítica mordaz: “No sé si me gustó”
El creador de contenido Gusi viajó a Essen y probó junto a otras tres personas un menú de cinco pases que no dejó a ninguno de ellos indiferente.


Cuando uno se echa la mochila a la espalda y comienza a patearse el planeta en busca de una gastronomía que conquiste su paladar debe tener en cuenta que, muy probablemente, allá donde vaya encuentre alegrías y decepciones. También dará con productos y platos que, directamente, no sepa cómo calificar. Esto último le ha ocurrido al creador de contenido ‘Gusi’, quien dedica su perfil, tal y como deja por escrito en la descripción de su , a cocinar y comer por el mundo.
Su periplo culinario le llevó a Essen, una ciudad alemana que se erige sobre el Ruhr, en el corazón de la región que recibe el nombre del río y en pleno estado de Renania del Norte-Westfalia. Allí encontró un restaurante estrella Michelin al que entró con ganas y curiosidad. “¿Qué te sirven en un restaurante estrella Michelin en Alemania y cuánto te cobran?”, se preguntaba en la puerta. Poco iba a tardar en descubrirlo.
@acocinar.de Que te sirven en un restaurante de estrella michelin en Alemania ? Y cuanto te cuesta ? #estrellamichelin #alemania #restaurant
♬ sonido original - Gusi
“El menú es de cinco pasos. Para la espera de plato en plato te ponen manteca y aceite de oliva”, señala apenas se hubo sentado en la mesa, llegando después el primer pase: “Empezamos con la carne en cocción al vacío con emulsión de wasabi y tobiko y chips de papa, y reducción de tinto con soja”. Pese a la pomposidad de la propuesta, el tal ‘Gusi’ declaró que, aunque le había gustado, no era nada que volase su cabeza.
Diferente fue el segundo pase. “Este plato sí me dijo ‘papi, papi’. Langosta en cocción al vacío. Con la cabeza se hicieron una espuma. Tenía un tartar de manzana con vinagreta de mandarinas y puré de zanahoria y chips de batata; ¿qué puedo decir? Diez de diez”, bendijo el plato, alargando su epifanía al siguiente: “Esta pasta es peculiar. Raviolis de castaña, trufa de excelente calidad con pera. Nunca lo había probado. La combinación increíble”.
“Un clásico de clásicos”
El punto fuerte del menú, “un clásico de clásicos”, no terminó de sorprenderle. “El beef bourguignon. La carne la podía cortar hasta con una cuchara. Los vegetales crocantes, la perfecta textura. La ejecución del plato es perfecta, pero nada innovador”, sentenció. Y cuando parecía haber terminado llegó, precisamente, el que le dejó con la boca abierta: “Y aquí el plato que llamó mi atención. Helado de perejil, que hasta el día de hoy no sé si me gustó... ¿Lo comerías tú si te lo ponen en la mesa?”.
Antes de marchar pide la cuenta. La fiesta para las cuatro personas que eran salió por 590′50 euros, cifra que ha levantado más de un mensaje negativo en la caja de comentarios acerca de los altos precios de este tipo de restaurantes. Pero a Gusi le da igual. Hace tiempo que aparcó esos pensamientos. Mínimo, desde que se echó la mochila a la espalda y comenzó a caminar.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos