Sanguijuelas del Guadiana: “Lo que contamos le puede pasar a cualquiera, desde pijos hasta hippies”

Carlos, Juan y Víctor han hecho la ‘Revolá’. Es un término propio de la Siberia de Extremadura y consiste en regresar a tu tierra después de un tiempo en la gran ciudad, en este caso Madrid. Al contrario que muchos compañeros de generación, ellos, con 22, 24 y 26 años, han descubierto que su sitio es Casas de Don Pedro, un pueblo de 1.300 habitantes. Allí han hecho florecer uno de los grupos más frescos de la escena: Sanguijuelas del Guadiana.

Acaban de sacar el disco Revolá, con 15 canciones de estribillos potentes y letras que reivindican lo suyo. Apto para todas las inquietudes. “Nuestro público es muy variado. Desde niños a abuelos. Desde pijos hasta hippies o punkis. Lo que contamos le puede pasar a cualquiera, da igual cómo seas”, cuenta Carlos, guitarrista, cantante y el más introvertido de los tres. En el camping Alameda de Osuna explica a AS un pequeño secreto: “Siempre lo decimos: empezamos las canciones por los estribillos. Si hay un buen estribillo, arrancamos. Si no, no empezamos la canción”. La fórmula funciona, con altas dosis de autenticidad.

Sanguijuelas del Guadiana mezclan de todo: funki, pop, música tradicional, electrónica y si hace falta autotune. “Esto ha funcionado, si no a lo mejor aún seguiría de carretillero”, explica Juan, teclista y también voz de Sanguijuelas. “Si escuchas el disco, contamos toda la historia: desde que vivíamos en el pueblo de críos, hasta que nos fuimos a Madrid y luego volvimos con “Revolá”, reflexiona Víctor, bajista, que con sus colegas ayudó a en el montaje técnico de la Orquesta Arroyo (una histórica de Casas de Don Pedro) cuando estaban en el pueblo.

 “Nosotros somos espontáneos. Hay grupos que parecen creados al milímetro, y somos más libres. Aparte de que nos gusta reivindicar el pueblo, criarte allí desde pequeño te da una libertad brutal. Estás a tu aire, salvaje, correteando por ahí”, continúa Juan, que explica de donde brota su música: “Es todo lo que hemos mamado: verbena, fiesta, romería… Todo eso se ha quedado en el subconsciente y ha salido solo. No es que quisiéramos sonar a algo, es que nos ha salido así”.

El resurgir de las raíces: “Damos a conocer a la Siberia Extremeña”

Lo de Sanguijuelas del Guadiana es una especie de resurgir de los ‘nuevos sonidos’ que tienen sus raíces en la tradición local. Algo que se ha visto en Asturias con Rodrigo Cuevas o en Andalucía con La Plazuela… “Nosotros desde Extremadura, que no ha tenido tanta visibilidad como Andalucía, por ejemplo. Allí llevan años orgullosos de ser andaluces. En Extremadura eso está empezando ahora”, relata Carlos. “Podemos dar a conocer no solo al pueblo, sino a la comarca, la Siberia extremeña, Badajoz, Extremadura…”, añade Víctor.

Hicieron la fiesta de presentación de Revolá en su pueblo, coincidiendo con las fiestas locales junto a una piscina natural, la playa. También han triunfado en el Womad, el gran evento de músicas autóctonas de Cáceres. Este verano prometen “Verbena en vena” (así se llama su gira) en los festivales y en 2026 harán su primera Riviera (8 de mayo). Ya han teloneado a Estopa, La Raíz… y cada vez son más los adeptos que van a sus conciertos con camisetas de ‘Sanguijuelas’ y banderas de Extremadura.

Del pasodoble a la electrónica

Tienen en su disco una versión ‘Lleve a mi Extremadura’. Es una versión de ‘Los Cabales’. “Es una canción que la bailaban nuestros mayores en cada verbena y no íbamos a consentir que eso se pierdan”, explican. “Era un pasodoble y la hemos cambiado un poquillo”. Ellos le han dado un toque electrónico y eléctrico a esa canción que evoca perfectamente el ‘espíritu Sanguijuelas’.

Temas pegadizos como ‘Septiembre’ en el que se habla de que “cada vez hay menos gente en los bares”, el que da título al disco ‘Revolá’, ‘Mirando por los míos’ o ‘Estandarte’ suena con fuerza en el álbum de Sanguijuelas del Guadiana, que ha sido producido por Jorge González, de Vetusta Morla. “Se vino con nosotros a una casa de campo a Cáceres para hacer el disco. La verdad es que estamos muy contentos como ha quedado todo”.

Carlos, Víctor y Juan, tres chavales de Casas de Don Pedro. De la Siberia Extremeña para el mundo. Son Sanguijuelas del Guadiana.

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