Raúl Ruiz: “Michael Robinson decía que yo había inventado ‘Mi cámara y yo’ y ‘Callejeros viajeros’”
El exfutbolista del Logroñés y el Numancia, entre otros, y reportero de Canal+, publica su primer libro: ‘Las temporadas de mi vida’.


De jugador a reportero y de reportero a escritor. Uno de los exfutbolistas más queridos del panorama nacional, Raúl Ruiz Benito, acaba de escribir su primer libro:
¿Qué club le dejó una mayor huella?
Tengo la suerte de guardar un buen recuerdo de todos los equipos en los que he estado. Incluso en los que he estado sin cobrar, que son varios. Pero, evidentemente, el Logroñés, que era mi referente (desgraciadamente ahora ha desaparecido), y el último, el Numancia, porque me dio a conocer. Ahí fue cuando Michael Robinson me ofreció la oportunidad de poder vivir de esto, y de estar en los medios, de estar en un programa de referencia que yo veía como aficionado, y acabé presentándolo.
¿Cómo fue ese salto de futbolista a los micrófonos?
Fue con el Numancia, en la Copa del Rey. Era a doble partido y empezamos a eliminar a equipos de primera, Real Sociedad, Racing de Santander, Sporting de Gijón, y nos tocó el Barça. Y todo aquello se nos fue de madre.
Yo siempre he sido así. De hecho, dejé un año de jugar al fútbol por hacer teatro, tenía esa faceta de comediante. Entonces, siempre que venía alguien de la prensa, hablaba yo. Era un poco la cara visible del Numancia en aquella Copa, y cuando terminó fue Michael Robinson quien dijo: “Quiero fichar a este pavo”. Y me llamó Chus del Río, que estaba en Canal Plus, y me dijo: “Oye, qué te quiere Michael Robinson”. Y yo le dije que no, que iba a seguir jugando al fútbol, es que no hay vida más bonita que jugar al fútbol. Pero entonces me llamó el inglés: “Coño, Raúl, tú ya has hecho todo en el puto fútbol”. Como diciendo: “Tú ya no vas a hacer nada”. Y me convenció, y, de hecho, termino el libro con esa frase.
Lo hice un poco por probar, porque no sabía qué hacía ahí, no había estudiado Periodismo, en aquella época no había móviles con cámara ni nada. Me dijo que cogiese una videocámara, de aquellas con cinta: “Vas, grabas un reportaje, vienes, lo montas y lo presentas”. Y así empecé, un poco autodidacta. Michael decía que yo había inventado Mi cámara y yo y Callejeros viajeros.

¿Resultó difícil adaptarse a ese rol?
Aunque parezca mentira, mi época en el teatro me ayudó a ponerme delante de la cámara. Tuve la suerte de tener de director de teatro a alguien que después recibió un Goya por Mar adentro: Celso Bugallo. Las primeras veces eran difíciles, porque iba con una videocámara yo solo. Era muy casero, tenía que hacer yo todo, pero me sentó una base espectacular para después. Tienes que aprender a base de golpes. De hecho, hubo un momento en que el inglés dijo: “Oye, hemos mandado a Raúl con cuchillo y tenedor a la guerra, ahora vamos a mandarle con armamento”. Y me puso un cámara al año.
¿Cuál ha sido la entrevista o cobertura que más le ha emocionado o desafiado?
Hubo un reportaje que fue un reto. Michael, yo creo que con buen criterio, no quería que utilizáramos la lágrima fácil, lo facilón. Y yo fui a hacer un reportaje a un pueblo de León con un chico que era portero de fútbol. Yo estaba todo el reportaje diciendo que tenía una lesión, pero no decía cuál. Y no le había dicho nada a Robinson. Lo vieron en directo: al final él se quitaba una pierna ortopédica.
Y ¿cómo ha sido el paso ahora a escritor?
El libro lo he escrito con un amigo, Juan Apolo. Siempre me decía que tenía que escribir un libro con todas las anécdotas. Pero a mí me daba pereza. Robinson también me decía: “Coño, Raúl, tienes que contar esto. Tienes que escribirlo”. Pero ahora ha llegado un momento en que ya mi vida ha cambiado, ya no estoy en la tele. Y entonces me llamó la editorial Penguin, yo pensé que me iban a decir que escribiera un libro de cómo entrar en la tele, eso es igual más curioso de lo que he hecho, y no, querían uno de las temporadas que había vivido, a través de mis ojos, sobre lo que ha cambiado el fútbol. Eché la vista atrás y llamé a Juan. Era el momento: quizá con menos años no lo contaría igual o no tendría tanto que contar. De hecho, termino el libro con la entrada en la tele.
Mi último partido fue con el Numancia. Fue también el último de Michel, del Real Madrid. Él se iba a México y yo, sin saberlo, estaba jugando el último partido de mi vida, porque luego entré en Canal+.
¿Cómo son sus días ahora?
Estoy en un momento de transición de mi vida porque sigo en Carrusel Deportivo, en El Larguero, hago un programa en redes de Primera Federación, que es una categoría que me encanta, y con la que me identifico. Hay grandes clubes como el Murcia, el Hércules, el Recre… Muy buenos equipos. Y me he metido en un berenjenal, digamos, para cambiar un poco, y salir de la tele. Quiero intentar entrar en la Federación Riojana de Fútbol con Gustavo Sáenz, que se presenta a presidente de la Federación. Es algo que me ilusiona, poder entrar a trabajar en el fútbol de mi tierra. Me encantaría poder trabajar para el fútbol riojano. Es un reto fantástico y me gustaría poder aportar toda la experiencia que tengo acumulada. No sería como cerrar un círculo, porque creo que puedo hacer muchas más cosas en mi vida, pero es un reto importante.
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