Carlos Alcaraz llega lanzado a Roland Garros

Con las mejores sensaciones después de proclamarse el domingo campeón del Masters 1.000 de Roma, Carlos Alcaraz piensa ya en Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada al que acude como defensor del título. Después de celebrar el éxito cosechado en tierras italianas con su equipo, familia y amigos, el murciano volvió a casa cargado de confianza y viajará este miércoles a París, donde se entrenará por primera vez el jueves. Ese mismo día (14:00 horas) se sortearán los cuadros del torneo y más tarde, a las 18:00, el nueve número dos del mundo (desde ayer) participará en un evento de Babolat, la marca de su raqueta, que celebra sus 150 años de historia.

La trayectoria de Alcaraz en la Ciudad Eterna le permitió superar a Alexander Zverev en el ranking y evitar así un cruce con Jannik Sinner, a quien dominó claramente en el Foro Itálico, hasta una hipotética final. En unas semanas, las nubes que se habían cernido sobre el español, por su lesión (isquiotibiales) en Barcelona, que le impidió competir en Madrid, se han disipado, y ahora llega lanzado al major francés tras una gira de tierra magnífica (15-1, títulos en Montecarlo y Roma, y final en el Godó). “La sensación que estoy teniendo en este momento, es totalmente diferente a la que estaba sintiendo antes de Miami. Estoy abordando cada partido de una manera diferente, de lo que estoy muy orgulloso. Encontré el camino correcto de nuevo”, dijo en la rueda de prensa posterior a la final del Internazionali.

Cargado de confianza

“Durante los partidos, en algunos momentos, me sentí totalmente diferente. Antes estaba nervioso, no podía manejar los nervios tan bien como lo estoy haciendo ahora. Me centré en otras cosas que eran importantes, en los resultados, en que tenía que ganar. Me estoy concentrando de una manera totalmente diferente, que simplemente es ser feliz, estar orgulloso de los momentos que estoy viviendo. Creo que ese es el camino correcto. Así que me siento muy bien”, reitera Carlos, que ite que su confianza ahora mismo está por las nubes. “Ganar torneos, levantar trofeos te da mucha de cara a los próximos torneos, en ti mismo, solo para saber que estás en la ruta correcta, jugando un gran tenis. Estoy emocionado por lo que viene. Voy a seguir así en París”.

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Si allí quiere ser de nuevo campeón, es probable que tenga que superar de nuevo a Sinner en el partido que decidirá quién levanta la Copa de los Mosqueteros en 2025. “Si no juego a mi mejor nivel, 10 de 10, va a ser imposible ganarle. Es por eso que estoy más concentrado cuando me enfrento a él o me siento un poco diferente que ante otros jugadores. Tiene esa aura. Cuando lo ves al otro lado de la red, es distinto”, dice sobre el italiano, antes de confesar que no habló con él durante los meses en los que el número uno estuvo suspendido por dopaje. “No le llamé. Pero no se trataba de si estaba de acuerdo o no. Es que yo estaba compitiendo. Entiendo que se sorprendiera de que otros jugadores no lo llamaran y lo dijera. No sé si lo dijo por mí o no”.

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