Opinión

Sainz se despide desde arriba

No fue solo un resultado más de las cuatro victorias, seis poles y 21 podios que con Ferrari, sino que demostró hasta donde pudo su carácter competitivo.

Carlos Sainz posa con su equipo Ferrari.
Qian Jun/MB Media
Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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En vísperas del adiós, titulamos esta misma columna: ‘Saboréalo, Carlos’. Y eso hizo. “He querido disfrutar de la carrera”, reconoció Sainz tras bajarse por última vez del Ferrari en el GP de Abu Dabi. El español se despidió desde el podio, como corresponde a su calidad, con una enorme actuación que le aupó al segundo peldaño del cajón. No fue solo un resultado más que añadir a las cuatro victorias, seis poles y 21 podios que ha acumulado a lomos del Cavallino Rampante, sino que demostró hasta donde pudo su carácter competitivo, en lucha por la victoria individual y por el Mundial de constructores. Tuvo ambas cosas a tiro, pero ambas se escaparon por el buen rendimiento de su amigo Lando Norris y su McLaren.

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No logró el último objetivo, pero lo importante es que se marcha desde arriba. Y también, todo hay que decirlo, por delante del piloto que va a sustituirle en Maranello, tanto en Yas Marina como en la clasificación general. Lewis Hamilton es una leyenda, sí, uno de los más grandes de la historia, también, pero este año ni siquiera ha sido capaz de batir a su compañero George Russell. La próxima temporada heredará un coche ganador de Carlos Sainz, quien, por contraste, se va a uno de los peores asientos de la parrilla. Williams es más pasado que presente. En este último Mundial, su mejor piloto ha sido Alex Albon, 16º entre 24 participantes, y en la tabla de constructores terminó noveno, que es tanto como decir penúltimo, solo por delante del Sauber. El madrileño probará hoy y mañana su nuevo coche con el brutal desafío de devolverlo a los puestos cabeceros. No será en 2025, un año duro. Quizá sí en 2026, con el cambio de reglamento. También puede ser un paréntesis, o un trampolín, para regresar a un monoplaza ganador. “Mi sitio está delante”, recordó Sainz en rueda de prensa. Igual que lo recordó durante su última carrera en Ferrari.

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