Otra demostración de solidaridad... y de fondo de armario del Atlético
La imprudencia de Barrios, que tiene que corregir la altura del pie, metió en apuros al equipo. Los rojiblancos se unieron y Sorloth marcó un gol para un puntazo.
Ante las adversidades es donde se ve la salud de un equipo y el Atlético, igual que el día del Leverkusen, unió fuerzas y defendió la parcela de Oblak con honestidad con un jugador menos. De nuevo fue Barrios quien, con su imprudencia, dejó a sus compañeros a los pies de los caballos. El canterano rojiblanco tendrá que corregir la altura del pie cuando vaya al suelo, porque aun llegando antes al balón corre el riesgo de impactar en la tibia del contrario y ver una roja clara. Sería positivo no lapidar al chaval con opiniones exageradas. Lo suyo es quedarnos con que le hará madurar y mejorar para el futuro.
La acción, que evidentemente condicionó el partido, terminó propiciando una nueva demostración de la solidaridad del grupo. Un Giménez inconmensurable, un Giuliano que sacaba oro de cualquier insulso pelotazo y el trabajo a destajo de los Julián y Griezmann, que intercambiaban sus puestos para achicar agua, dejaban a las claras que más que un punto fue un puntazo. Gracias también a la siempre infalible productividad de los cambios, algo que, con Sorloth y Gallagher, echo en falta que tengan más minutos. Puntazo el cosechado por los rojiblancos en un partido donde, una vez más, destacó el equipo.
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