Historia del atletismo
Los cuatro oros de María Pérez y Álvaro Martín son historia del atletismo. Y no sólo del español. La marcha siempre ha sido un vivero de alegrías para la Selección.
El atletismo español suma 45 medallas en 19 ediciones de Mundiales, desde su arranque en Helsinki 1983 hasta el presente Budapest 2023. De ellas, 21 proceden de la marcha, casi el 50 por ciento. Si reducimos la cosecha a los oros, el dominio de esta modalidad resulta abrumador: siete de once. Los actuales Campeonatos han hecho volar esta estadística gracias a los cuatro oros de María Pérez y Álvaro Martín, dos por cabeza. Una exhibición estelar con sendos dobletes en 20 y 35 kilómetros. Historia del atletismo. Y no sólo del español. La marcha siempre ha sido un vivero de alegrías para la Selección, desde los pioneros de Jordi Llopart y José Marín. Ellos pusieron los cimientos de unos éxitos que se siguen recogiendo ahora, pero ha habido que regarlos durante estos 40 años, con periodos de altibajos.
Las medallas que supieron a chocolate en los Juegos Olímpicos de Tokio se han convertido en oro, justo un año antes de los Juegos de París. En otra etapa de nuestras vidas estaríamos eufóricos por la posibilidad de que esta hazaña se repitiera en el altar olímpico, pero no va a poder a ser. Al menos, no de la misma manera. Los 20 kilómetros sí están en el programa, ahí Pérez y Marín tendrán su oportunidad individual. Pero los 35 km, que iban a sustituir a la prueba larga de 50, han sido fulminados a cambio de un relevo mixto acorde a la moda, pero de nula tradición. Viendo el nivel español, también podría caer una medalla, pero no hay forma de saberlo, porque no existe ningún referente de algo que no se ha celebrado nunca.
Los triunfos de María y Álvaro llegan en el momento justo para reivindicar la especialidad, zarandeada por World Athletics, en un ambiente de extrema preocupación por su futuro. La gesta debe quedar grabada en las páginas doradas del deporte español. Y Raúl Chapado, presidente de la RFEA, y en consecuencia responsable también de este éxito, tiene ahí un agarradero para luchar en la IAAF por su atletismo y por su tradición, ahora que es vicepresidente del organismo.
