Evenepoel-Roglic, el duelo inacabado
El Giro de Italia 2023 arranca este sábado con un pulso estelar, el mismo que quedó interrumpido en la Vuelta a España 2022 por una caída del esloveno.
El Giro de Italia 2023 arranca este sábado en los Abruzos con un duelo estelar en el cartel: Remco Evenepoel contra Primoz Roglic. Es el mismo pulso que quedó inacabado en la Vuelta a España 2022 por una caída del esloveno, justo cuando andaba lanzado en plena remontada. El accidente de Roglic allanó el camino a Evenepoel hacia su primera grande, pero dejó el interrogante sobre si hubiera podido desbancarle al final. Esa es una de las incógnitas que se debe despejar en Italia. Hay otras. Porque los dos tienen asignaturas pendientes con la carrera. Para Remco, este Giro es su reválida en una gran ronda, además de otro salto en su progresión. El belga aprobó el examen de las tres semanas en la Vuelta, pero en el trayecto sólo se topó con una cima de más de 2.000 metros, Sierra Nevada, donde no se mostró súper. La carrera rosa, con encadenados por encima de esa altitud, se erige como un nuevo reto para este talento de 23 años. Su abandono en el Giro 2021 no sirve de referencia, porque entonces desembarcó al límite físico y anímico, tras su grave caída del curso anterior en Lombardía.
Para Primoz, su rival, la Corsa Rosa también es una reválida, en este caso doble. El líder del Jumbo tiene la oportunidad de desquitarse del podio de 2019, aquella edición que Richard Carapaz ganó a Vicenzo Nibali. Y también de la última Vuelta, que dejó un regusto amargo en el esloveno. En su contra juega la edad, 33 años, unida a su propia propensión a las caídas, y a ese gafe que arrastra su equipo durante la preparación del Giro, con múltiples bajas y sustituciones, por accidentes y por coronavirus. Este mismo viernes, cuando parecía que no podían pasar más desgracias, Jan Tratnik se cayó en un entrenamiento. Roglic y Evenepoel ya se han enfrentado una vez en este curso, con dominio de Primoz en la Volta a Catalunya. Pero este sábado empieza una carrera nueva, para completar un duelo inacabado.
