El Madrid renuncia a destiempo


No es oro todo lo que reluce. Bien lo debe saber ya el Madrid, después de dimitir de forma inopinada ante un gran Betis. Resultó extraño tras una comparecencia notable del equipo de Ancelotti, que deshizo la presión local con posesiones largas, la amplitud de juego y la movilidad de todas sus piezas. Fue un espejismo porque no duró nada. El Madrid se vino abajo de la peor manera, desentendiéndose de sus responsabilidades defensivas y sin un ápice de rebeldía. Son negligencias inasumibles ante cualquier rival, más si se encuentra este Betis enfrente. Al alza en las últimas semanas, el equipo de Pellegrini se desató a jugar a través de la omnipresencia de Jonny y Altimira, el descaro personal de Antony y Jesús Rodríguez y, sobre todo, el talento de Isco. Como en sus mejores días, el malagueño dirigió todas las operaciones ofensivas y sus intervenciones entre líneas denunciaron la falta de oficio de Tchouameni como mediocentro defensivo. El Betis remontó con el vuelo que dio Isco a su fútbol y se organizó con solidez ante un Madrid previsible.
A Ancelotti no le acompañó en esta ocasión la calidad individual de sus jugadores. Rodrygo y Vinicius tuvieron uno de sus días más oscuros, poco precisos y desubicados en el campo. Tampoco Mbappé, que empezó de manera sobresaliente con sus apariciones en la frontal del área, entró en juego ante la poca claridad ofensiva del Madrid en la zona de creación. Y los cambios de Ancelotti, atrevidos en algún caso como resultó el hecho de quitar a la estrella sa cuando el equipo ya perdía, no ofrecieron nada a lo que agarrarse. La frialdad de Güler contrastó con la pasión bética en todas sus líneas, y Endrick apenas pudo prodigarse en el remate final. Ante esa inconsistencia general, el Madrid complica sobremanera su candidatura al título. En un partido tiró por tierra todo lo que había construido en el último mes. No tocaba. Fue de nuevo ese bloque endeble, insolidario y deslavazado, sin soluciones y casi sin alma. El Betis le enseñó que no puede relajarse ni un segundo. El problema para el Madrid es que quizá la lección ya le llegue tarde.
El retorno de Mendy

Al lateral izquierdo le supera la jugada y vuelve al trote en la ocasión que dispuso Cucho Hernández tras la acción de Antony. Camavinga y Modric, que estaban más retrasados que el francés, replegaron más rápido.
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