¿Dónde está Bellingham?

Dentro del mal tono general del equipo en el tramo final de la temporada, está siendo especialmente preocupante ver a Jude deambular por el terreno de juego. Es cierto que hasta donde le ha llegado el físico, ha intentado ser solidario con un equipo perezoso en el repliegue, pero sus prestaciones han sido insuficientes para un futbolista que tiene que ser mucho más decisivo en todos los aspectos del juego. Bellingham tenía muy complicado acercarse a los registros goleadores de su primer año, pero más allá de su acierto de cara a portería, su rendimiento ha caído en picado.

La lesión de hombro y jugar con una aparatosa armadura tampoco habrán ayudado demasiado a un jugador que ha perdido el ángel y al que se le nota serio e incómodo. Además, ha pagado su frustración con demasiadas protestas y con alguna actitud poco deportiva y alejada de la imagen impoluta con la que enamoró al madridista el año pasado.

La recuperación física y anímica de Bellingham tiene que ser uno de los objetivos prioritarios del nuevo entrenador, porque gran parte de los éxitos que estén por llegar tienen que pasar porque el británico recupere su nivel. Florentino aflojará la cartera para reforzar la plantilla, pero el mejor fichaje para Xabi Alonso sería que el inglés volviese a recuperar la sonrisa y el golpe de pedal.

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