Demasiado Palmer para Pellegrini


Lo ocurrido en Breslavia se explica desde la singular calidad de Cole Palmer. Casi él solo, cuando Maresca se dejó de inventos absurdos y apostó por lo racional, tumbó a un Betis que se cayó de la peor manera y en el peor momento. Palmer fue demasiado para que Pellegrini sostuviera su plan y justificó la fama que le precede. El talento blue apareció más veces que el verdiblanco, después de que cada equipo impusiera su relato en una parte. Se perdió el Betis cuando no tocaba y dejó pasar una oportunidad histórica que nadie sabe cuándo volverá a tener.
Pellegrini tenía bien estudiado la forma de jugar de Maresca. Y se encontró con la fortuna de que el técnico italiano le ayudó de primeras. Su idea de colocar a Malo Gusto por dentro destartaló la salida del Chelsea. El Betis se cerró y solo permitió pases hacia fuera, pero el equipo inglés se empeñó en el juego interior y cayó en la trampa. Resultó muy sintomático ver a Enzo Fernández casi en la delantera mientras Malo Gusto asumía la iniciativa en la construcción. Ahí el Betis recuperó y jugó a través del temple de Isco y la verticalidad de Abde. Bartra anticipó con fiereza y Cardoso y Fornals saltaron de forma ordenada ante un Chelsea que solo daba con Palmer muy lejos de la zona de tres cuartos.
Pero la final tenía vuelta. El Betis se fue desconectando poco a poco al no encontrar a Isco, desamparado sin el balón, y hundiéndose en exceso. De Antony no hubo noticias, superado por Cucurella, un lateral con unas condiciones defensivas que a veces no se valoran lo suficiente.
El Chelsea tomó la manija, reactivado con los cambios de Maresca. Las entradas de James en el lateral y de Sancho en la izquierda, llevando a Madueke a la derecha, hicieron que el Betis replegara de manera exagerada. Entonces Palmer intervino en las zonas donde hace daño para resetear el encuentro por completo. Se hizo patente la fragilidad bética de toda la temporada, con una portería que apenas para y un lateral izquierdo (ya sea Ricardo Rodríguez o Perraud) de escasa fiabilidad. Eran taras conocidas, pero que se agrandaron todavía más en el peor día posible.
El desajuste en la izquierda

Madueke espera abierto y Perraud sale a por él. Jesús Rodríguez no puede hacer frente a la calidad de Palmer tras su desmarque de ruptura.
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