Demasiadas preguntas

¿Qué habría sido del Arsenal de haber salido en Londres con la intensidad y determinación que sí desplegó, y con las que doblegó al PSG, en París? ¿Qué habría sido del Arsenal si Ødegaard hubiese armado su zurda desde la frontal, sin miramientos, de la misma forma que lo hizo Fabián? ¿Qué habría sido del Arsenal si hubiese tenido un ‘9’ de área capaz de rematar alguno de los 17 centros que registraron los ‘gunners’ durante los primeros 45 minutos o mandar al fondo de la red la ocasión incomprensiblemente errada por Saka?

A fin de cuentas, ¿qué habría sido de la temporada 24-25 del Arsenal si, en lugar de quedarse a 15 puntos del Liverpool en la Premier y caer eliminado en semifinales de Champions ante, hubiese conquistado su primera liga inglesa en más de 20 años y se hubiera coronado campeón de Europa en Múnich por primera vez en su historia?

Son muchas preguntas sin respuesta las que se hará la parroquia ‘gunner’ en los próximos días. Sobre todo cuando el Arsenal cierre definitivamente un curso que apuntaba a ser histórico e inolvidable y haya quienes lo tilden de pobre y decepcionante. Porque han vuelto a no tocar plata.

Porque su archienemigo Tottenham aún tiene la posibilidad de clasificarse para una final europea y, al igual que el Manchester United, disputar, como el propio Arsenal, la próxima edición de la Champions. Porque Arteta, con la ayuda de Andrea Berta, tendrá que volver a convencer a jugadores y afición de que la próxima campaña sí será, por fin, la buena.

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