Carlo y Luka, el Madrid sois vosotros

Días muy complicados para el madridismo nostálgico militante. Si ya fue duro asumir en la tarde del jueves que la marcha de Luka Modric es inevitable, ha sido terrible ver cómo horas después se confirmaba lo que era un secreto a voces: nuestro Carlo Ancelotti también abandona la nave de su amado Real Madrid. Las leyendas lo son no solo por su impecable hoja de servicios, sino por la transmisión perfecta de los valores del club, que han hecho tanto el italiano como el croata durante tantos años.

Ciñéndonos al maestro de Reggiolo solo cabe darle unas gracias tan grandes como el Nuevo Bernabéu. Carlo deja un legado muy difícil de superar. Y no me refiero sólo a sus tres Champions inolvidables, conquistadas en dos épocas distintas, sino por su grandeza para convertir cada comparecencia ante la prensa en un ejercicio de honestidad y ejemplaridad para dignificar el prestigio y el escudo del Real Madrid.

El Bernabéu vivirá mañana una tarde de emociones difícilmente controlables. Si ya de por sí se me hacía bola dibujar en mi cabeza el momento de darle un último abrazo a Carletto, imaginen cuando a su lado le veamos llorando junto a Lukita Modric. Le pido a la afición que se abrace a ellos como si fueran su padre y su madre. En realidad, lo son. Ancelotti y Modric forman parte de nuestra familia, de nuestras blancas existencias. Desde la Décima, mi felicidad personal ha ido ligada en gran parte a lo que estos dos mitos del madridismo me han ido dirigiendo con su grandeza y sus heroicidades. Gracias, Carlo. Gracias, Luka. El Madrid sois vosotros.

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