Opinión | Juan Gutiérrez

Ayuso está atrapado

La única oportunidad de Ayuso, nada descartable, es intentar pescar en ese río revuelto...

Ayuso está atrapado
LUCA BETTINI | AFP
Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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El Giro de Italia encara su recta final en un estado muy diferente al que apuntaban los pronósticos. No habrá duelo Roglic-Ayuso. No tiene pinta. Primoz Roglic, gran favorito antes de la partida, está lejos del líder: décimo a 3:53 minutos. Pero, lo peor de todo, es que no transmite sensaciones de poder dar la vuelta a la tortilla. La carrera le ha golpeado con fuerza, a su equipo y a su persona, y las piernas no le van. Juan Ayuso, la alternativa, anda bastante mejor, tercero a 1:26, pero se ha quedado atrapado en una incómoda situación estratégica, porque la maglia rosa la viste un compañero, Isaac del Toro, que de momento no muestra fisuras. En un ejercicio de ciclismo-ficción, Ayuso podría saltar al ataque de los rivales, imaginen por ejemplo a Richard Carapaz, ponerse a su rueda y aprovechar la tesitura para acercarse al liderato. Pero eso, hasta ahora, no está sucediendo, porque es el propio Del Toro quien sale a por todo lo que se mueve. Ya lo vimos el domingo, en el último o con la montaña.

¿Podrá mantener el mexicano ese nivel hasta el final? Esa es la gran incógnita. Hasta la fecha se ha mostrado solvente. Pero falta un mundo. De las seis etapas que restan para desembarcar en Roma, cuatro de ellas son de alta montaña, con colosos como el Mortirolo (miércoles) y la Finestre (sábado) por el camino. Del Toro carece de experiencia en una gran ronda, a sus 21 años todavía no ha demostrado si puede superar el desafío. Y más con tanta dureza por delante. Hay dos aspirantes, Carapaz y Egan Bernal, que ya han avisado de sus pretensiones de dinamitar la carrera a la mínima oportunidad. Otro candidato, Simon Yates, asoma expectante al acecho. La única oportunidad de Ayuso, nada descartable, es intentar pescar en ese río revuelto. Mantenerse al quite. Pero, para eso, Del Toro debe fallar. Y todavía no lo ha hecho.

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