Alcaraz piensa en grande

El primer Grand Slam de la temporada siempre madruga. El Open de Australia ya está aquí. Y con él retornan los grandes nombres del tenis mundial: Sinner, Sabalenka, Alcaraz, Swiatek, Djokovic, Gauff, Medvedev… Con Nadal ya jubilado, las esperanzas españolas se centran en Carlos Alcaraz, que en realidad ya sostuvo a la mal llamada Armada en 2024 con sus dos títulos en Roland Garros y Wimbledon, entre otros éxitos. Carlitos arranca el curso con un imponente desafío: coronarse en Melbourne para completar los cuatro Slams. Dice el murciano que ganar en Australia es su “objetivo principal”. Y no puede ser de otra manera para un campeón que ha sumado cuatro grandes en tres campañas. El listón ya no puede bajar de ahí.

La brillante trayectoria de Alcaraz puede dar apariencia de facilidad al nuevo reto, pero sería bueno dimensionarlo con otros datos que ayuden a entender la complicación de su propósito. Y qué mejor fórmula que tirar de los ilustres precedentes del Big Three: Roger Federer tardó siete temporadas en redondear al Grand Slam; Rafa Nadal lo hizo en menos, en seis; y Novak Djokovic se fue a nueve. Andre Agassi, el antecesor de los tres en estas lides, necesitó ocho. Si Alcaraz lograra hacerlo en este 2025, lo habría cubierto en solo cuatro años. Bastante mejor que esos cuatro mitos del deporte. Otros números uno como Borg, McEnroe, Connors, Lendl, Wilander, Edberg, Becker, Sampras, Courier, Hewitt, Kuerten y Murray ni siquiera lo consiguieron. Pero no vendamos la piel antes de la caza. Entre los posibles obstáculos están Jannik Sinner, vigente campeón y actual líder del ranking; Djokovic, diez veces ganador del Abierto, nadie ha conquistado tantos; Daniil Medvedev, tres veces finalista; Alexander Zverev, que persigue su primer Slam desde el número dos mundial… Nadie puede pensar que es fácil. Pero si es bueno pensarlo en grande. Como Alcaraz.