Alcaraz-Djokovic, mucho más que unos cuartos

Carlos Alcaraz y Novak Djokovic se han enfrentado siete veces: cuatro en finales y tres en semifinales. Este martes será la primera vez que lo hagan en una ronda diferente, en los cuartos del Open de Australia. El motivo del cruce viene provocado por el descenso en el escalafón de Djokovic, que ocupa la séptima plaza. Una situación que, a su vez, procede del menor rendimiento del serbio en 2024. Novak solo ganó un torneo, su peor curso en número de títulos, si bien se trata del oro olímpico, la única joya que faltaba en su extenso y excelso palmarés. Su rival en París fue precisamente Alcaraz, que sufrió una de las derrotas más dolorosas de su carrera. Desde entonces, no han vuelto a medirse en una pista. Carlitos y Nole escenificarán en Melbourne el duelo de generaciones del que tanto se ha hablado en la previa de la temporada. Recordemos que Alcaraz y Sinner coparon en 2024 los cuatro Grand Slams, en un claro mensaje de sucesión que dejaba fuera por primera vez del reparto a los del Big Three desde 2003.

La irregular andadura de Djokovic, el último mohicano, invita a pensar que el relevo ya se ha consumado, pero esta campaña debe corroborar si el viejo rockero, vencedor de 24 grandes, tiene todavía algo que responder a los irreverentes jóvenes. Este pulso es la primera batalla anual de una guerra intergeneracional. El cara a cara lo lidera el serbio, 4-3, pero las dos últimas veces que se han visto en un Slam fueron dos ilustres victorias del español en un escenario sin igual: Wimbledon. El partido viene envuelto de más datos históricos: Djokovic es el hombre-récord del Open de Australia, con diez trofeos; mientras que Alcaraz aspira a completar el Grand Slam en solo cuatro años. Hay mucho más en juego que unos cuartos. Es una final anticipada, que precede a otros finales, presumiblemente con Alexander Zverev y Jannik Sinner. El tenis se calienta en el verano austral.