

PorAlfredo Relaño

No fue un domingo cualquiera. El carrusel de emociones marcó un día complicado y feliz a la vez. Amaneció lloviendo, con lágrimas que caían del cielo por la pérdida de nuestro compañero Pepe Domingo Castaño.
PorTomás Roncero

No fue un domingo cualquiera. El carrusel de emociones marcó un día complicado y feliz a la vez. Amaneció lloviendo, con lágrimas que caían del cielo por la pérdida de nuestro compañero Pepe Domingo Castaño.