Ducati se vuelca con Bagnaia
El italiano no pasa por su momento más dulce en MotoGP y su equipo insiste en ayudarle para volver a lo más alto de la clasificación: “Es nuestro deber”.
Quizás se siente más perdido que nunca. O, al menos, sin confianza, con una moto que conoce a la perfección. El inicio de temporada está siendo todo un reto para un Pecco Bagnaia que empezaba el curso como subcampeón del mundo y siendo uno de los grandes pilotos a batir viendo que Jorge Martín, el vigente campeón, no llegaba a tiempo para comenzar con la temporada de carreras debido a sus lesiones. Y sí, a la vista estaba que Marc Márquez, o más bien los dos hermanos, iban a ser unos rivales duros de roer... pero no se pensaba que al italiano le fuera a costar tanto. Sobre todo por lo que ya se ha comentado: lleva una GP25 que tan solo es “una pequeña evolución a la de 2024″, tal y como detalló su jefe en el Ducati Lenovo, Davide Tardozzi. Cambio con el que, además, el bicampeón estaba de acuerdo en pretemporada.
Pero después de estas seis primeras carreras, está claro que algo pasa con Bagnaia. El italiano tan solo ha podido ganar el GP de las Américas, cita en la que, además, su compañero de equipo se fue al suelo cuando lideraba por más de dos segundos de ventaja. Y el GP de Francia fue todo un desastre: caída en la esprint y otra en la carrera larga, provocada por un toque con Enea Bastianini. De hecho, él mismo lo definió como “uno de los tres peores fines de semana de su vida“. Y pese a que los resultados tampoco son alarmantes, la realidad es que sí hay una preocupación con Pecco. Es tercero en el Mundial, 51 puntos por detrás de su compañero de equipo y sin acabar de encontrar las mejores sensaciones con el tren delantero de su Ducati. Algo que hace un año no pasaba. De hecho, reconoce que es la primera vez que le pasa en su carrera deportiva. ”No siento el límite", indicaba el italiano el pasado fin de semana.
Y esa decepción que es “difícil de aceptar”, además de la preocupación, se traslada al resto del equipo. Sí, aunque Ducati sigue dominando con creces el Mundial gracias sobre todo a los Márquez, la realidad es que ver a su gran campeón sufrir sin entender el porqué es algo que les disgusta mucho. “El objetivo del equipo, de los ingenieros y de Gigi Dall’Igna es ayudar a Pecco, porque conocemos su valor”, indica Tardozzi a los micrófonos de Sky Sport MotoGP, frustrado también por no poder una solución viable para su piloto: “Nos sorprende que aún no hayamos podido darle lo que necesita, porque Bagnaia ha sido, sin duda, el protagonista de los últimos cuatro años, y no puede ser que se haya olvidado de cómo pilotar una moto. Esto es evidente“.
Por eso, no bajan la guardia y seguirán trabajando a destajo para devolver a su piloto al nivel que ha demostrado en los últimos años. Aún no saben cómo, pero lo que sí han dejado claro es que, si Bagnaia lo necesita, en sus manos está el volver a la configuración completa del pasado 2024, aunque el team manager asegura que “la nueva moto es mejor” que la anterior. “Desgraciadamente, todavía no hemos podido encontrar la manera de ayudarle tanto a nivel personal como técnico. Pero ese es nuestro objetivo: tenemos que hacerlo, porque tenemos que devolver a Pecco a la lucha por la victoria, algo de lo que es capaz. Es nuestro deber, porque él es el campeón que tiene que poner sus habilidades en la pista“, explica el directivo.
¿Guerra psicológica?
Y por si no fuera ya complicada la situación del campeón, muchos apuntan a la llegada de Marc Márquez como motivo de su bajada de rendimiento. Los rumores de una guerra psicológica entre compañeros han corrido por el paddock, pero desde el seno de la marca italiana descartan todo comentario sobre esto e insisten en que la relación entre ambos pilotos es buena. De hecho, en una charla con Speedweek, Tardozzi respondía así cuando le preguntaban si la lucha mental era la razón por la que el italiano estaba más perdido: “No, desde luego que no. Me lo juego todo a una carta. Es otra cosa que aún no hemos descubierto. Nunca ha mencionado a Marc. Se dan la mano y hablan del desarrollo juntos. Hay muchas pequeñas cosas que demuestran que los dos se llevan bien. Siempre lo he dicho, pero algunos no quieren creerme”.
Y lo simplifica a algo más concreto: “El nivel de este año ha subido más de lo que ha mejorado Pecco”. Así que no hay más que buscar soluciones y trabajar duro con el italiano para brindarle una mayor confianza con ese tren delantero y que le permita exprimir al máximo sus puntos fuertes, como las frenadas y la entrada a curva. “Hablaremos de ello esta semana con Gigi (Dall’Igna, director de Ducati Corse), porque todos sabemos lo importante que es la situación psicológica cuando sales a la pista y tu trabajo es ser un piloto de MotoGP, especialmente un piloto ganador. Ayudar a Pecco es nuestro deber”, insiste el directivo, que ya pone el foco en la próxima carrera, la del GP de Gran Bretaña, en Silverstone, el próximo fin de semana.
“En los próximos días, los ingenieros pensarán más a fondo qué hacer para ayudarle, y creo que lo veremos a partir de la próxima carrera. Sé que llevo diciendo esto desde la primera carrera del año, pero sigo diciéndolo, porque creo que Pecco tiene un valor en este campeonato como para luchar por las victorias, incluso contra Marc. Está claro que ahora mismo su moral está bastante por los suelos, pero es un campeón, ya ha sido capaz de levantarse y lo volverá a hacer esta vez“, zanja Tardozzi, con la esperanza de ver a sus dos pilotos oficiales en lo más alto de las tablas.
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