Acosta se cansa de esperar
El español alza la voz tras el sexto puesto en la carrera de Silverstone para pedir soluciones urgentes a KTM: “No voy a esperar toda mi vida para ser campeón”.
Su paciencia no es infinita y parece que está llegando al límite. Pedro Acosta se cansa de esperar soluciones. Se ha operado del síndrome compartimental y, aunque parecía que el GP de Francia arrojaba cierta luz al asunto, en Silverstone se dieron otra vez el golpe contra la pared. Y el español ya lo avisaba nada más llegar al GP de Gran Bretaña, el jueves antes de salir a pista para los primeros entrenamientos: no es una pista que le guste especialmente y, eso, se reflejó en los resultados porque no se le dio muy bien el fin de semana, aunque la carrera se pudo salvar. De hecho, él mismo lo definía como “una carrera de desesperación” viendo que las soluciones no llegan al garaje. Sobre todo en un momento de la temporada donde se ve que otras marcas sí son capaces de ganar a Ducati. Honda lo hizo en Le Mans y Aprilia este mismo domingo en Silverstone.
Y lo frustrante es insistir en los problemas con el tren trasero y no recibir . Su sexto puesto en la carrera fue incluso positivo, pero para nada suficiente para el español, que sorprendió al llegar a sala de prensa y soltar un grito al aire ante su desesperación con el rendimiento de la RC16. Se siente incómodo y aunque dé su mejor versión, no encuentra mejoras: “Es bastante triste ver que intentas ser perfecto en la aceleración, en cómo levantas la moto, en los ángulos, en estar cerca… y luego lo pierdes todo en la aceleración por algo evidente: no tenemos el mismo agarre que las otras motos”. “Pero es lo que hay y tenemos que seguir”, indica el español, que sigue apostando por KTM... aunque con una paciencia que está cerca de alcanzar su límite.
Y ante la espera de los últimos meses, Acosta ha dado un ultimátum a la marca, justo cuando el mercado de fichajes está más caliente dada la situación de Jorge Martín con Aprilia. Además del interés que suena de Ducati hacia el español. “No acepto y no soy paciente. Eso es todo. La oportunidad pasa una vez en la vida. No voy a esperar toda mi vida para ser campeón en este campeonato. Necesito ayuda de la fábrica. Eso es todo”, insiste Pedro, que recordaba a la prensa que tiene “un año más de contrato” y que, pese a la crisis financiera que ha atravesado la marca, salvada ya por la inversión de Bajaj, realmente continúa “creyendo en este proyecto”. Pero frustra ver que, después de una primera temporada buena con GasGas, no pueda alcanzar ese mismo nivel, o superior, con una moto oficial de la marca. Y es que el tiempo no es eterno: “Solo eres joven hasta que dejas de serlo. Muchas estrellas del campeonato crecen muy rápido y desaparecen igual de rápido. Freddie Spencer… ¿Recuerdas? Ganó dos títulos, luego tuvo algo en el brazo y nunca volvió a ser el mismo”.
“Necesitamos ayuda”
Aunque la situación financiera de la marca haya dado un paso gigante hacia una dirección mucho mejor, en el plano deportivo no viven su mejor momento. Y el español alza la voz para no despistarse. Sí, cree en el proyecto, pero también quiere ver reacción de una fábrica que, por el momento, no le da lo que necesita. Y no solo a Acosta, sino que todas las motos de la marca austriaca sufrieron considerablemente en Silverstone. “No se trata solo de mí. Las cuatro KTM fuera de la Q2 este fin de semana, y sufriendo mucho. Necesitamos ayuda de la fábrica. Ahora hablo de los cuatro pilotos, no solo de mí”, recordaba Pedro ante la prensa.
“Hoy fui capaz de competir más o menos, hasta que estuve en el grupo de Marc, Franco, Jack y Álex y no fui capaz de luchar”, explica y reconoce que ha hablado con la fábrica en un tono más serio porque, al igual que Bagnaia con Ducati, el Tiburón de Mazarrón necesita ayuda si quieren optar a unas victorias que Honda y Aprilia ya tienen... y que Yamaha está rozando con la punta de sus dedos: “Este fin de semana hablé bastante en serio de que necesito ayuda. No quiero venir aquí con KTM solo a quemar gasolina. Quiero competir. Esto es lo que me está quemando por dentro: estar tan cerca y no poder atraparlo, no poder hacerlo, y da igual lo que hagas, porque nunca llega”.
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