Retro
Éramos felices y no lo sabíamos: así de baratos llegaron a ser muchos de los juegos más cotizados de Game Boy
Recordamos los precios irrisorios que llegaron a tener muchos de los títulos más demandados de Game Boy, Color y Advance en la actualidad: Pokémon Azul/Rojo/Amarillo, Metroid Fusion, Golden Sun...
Nintendo fue la reina absoluta del juego portátil durante los años 90 y los 2000 gracias a la extraordinaria popularidad de sus consolas Game Boy, Game Boy Color y Game Boy Advance. Pese a su hardware modesto, estas máquinas ofrecieron miles de horas de diversión a millones de jugadores de todo el mundo gracias a su gran catálogo. A día de hoy, muchos de sus videojuegos más emblemáticos, como los de la saga Pokémon, se pueden considerar caros, ya que conseguirlos completos y en buen estado requiere una inversión económica considerable. Sin embargo, hubo un tiempo en el que se vendían por precios irrisorios gracias a ofertas y liquidaciones de ciertos comercios. Echamos la vista atrás para recordar lo baratos que llegaron a ser y cómo el paso del tiempo ha disparado su valor en el mercado de compraventa de segunda mano en plataformas como Wallapop.
Los juegos de Game Boy son caros hoy día, pero hubo un momento en el que tuvieron precios de risa
La familia de consolas Game Boy fue muy querida, y el factor nostalgia ha jugado a su favor con el paso de los años. Muchos jugadores crecieron con una o varias de las máquinas de esta línea de producto de Nintendo, y sus ventas millonarias se debieron a que estas consolas tenían un catálogo muy variado y repleto de videojuegos de gran calidad. No obstante, el avance de la industria de los videojuegos hizo que muchos de estos títulos llegasen a ser sorprendentemente baratos cuando ya se consideraban obsoletos, algo que contrasta mucho con el precio que pueden llegar a tener en la actualidad en plataformas de compraventa de segunda mano como Wallapop, eBay, MilAnuncios u otros foros centrados en la escena retro.
Hay muchas referencias de los precios que había entonces gracias a la prensa impresa de la época, donde, al margen de los anuncios de fondos de pantalla y politonos para los móviles anteriores a los smartphone, había páginas enteras dedicadas a anuncios de videojuegos. Tiendas como Centro Mail —la actual GAME— era una de las anunciantes habituales en revistas como Hobby Consolas o la tristemente cerrada Nintendo Acción.
Por ejemplo, en el número 121 de Nintendo Acción, lanzado en diciembre de 2002, en una de las páginas podemos comprobar, con estupefacción, cómo los títulos de la Primera y la Segunda Generación de Pokémon se vendían a precios de risa, y la tienda llegaba al extremo de regalar una funda para la consola y un Cable Link como estrategia para quitarse de encima todo el estocaje. Mientras que su PVP oficial unitario en el momento de su lanzamiento era de unos 44,95€, en esta época ya estaban de oferta, por lo que las ediciones Amarillo, Azul y Rojo se vendían por 19,95€ la unidad, y Oro y Plata por 29,95€ cada una. Algo razonable teniendo en cuenta que eran títulos que ya se consideraban antiguos porque Game Boy Advance ya estaba en el mercado, y Pokémon Rubí y Zafiro, las ediciones de la Tercera Generación, estaban en el horizonte.
En la actualidad, en plataformas como Wallapop, una unidad completa y en buen estado —incluyendo inserts, manuales y folletos promocionales— de juegos como Pokémon Amarillo o Pokémon Oro suele rondar entre los 250 y los 300 euros. Es decir, han multiplicado su valor por diez con respecto a su precio en liquidaciones hace veinte años. Estos precios pueden dispararse aún más si los juegos están precintados o en condiciones excepcionales, con algunos vendedores pidiendo hasta seiscientos euros por una copia sin abrir. En el caso de ediciones menos comunes, como Pokémon Cristal, los precios pueden ser aún más elevados, especialmente si incluyen caja y manual en buen estado.
Al margen de la documentación gracias a la prensa escrita, también tenemos las experiencias personales de jugadores y s como el veterano SpineCard, quien ha compartido una anécdota muy interesante sobre el tema. En marzo de 2007, la cadena de tiendas OpenCor llevó a cabo una liquidación masiva de su stock de juegos de Game Boy Advance, entre los que se encontraban títulos de gran calidad como Metroid Fusion (2002), Golden Sun: La Edad Perdida (2003), Final Fantasy I & II: Dawn of Souls (2004) o Metroid: Zero Mission (2004). ¿Lo mejor de todo? Cada una de estas joyas costaba solo 9,95€, por lo que era el momento ideal de comprar lotes enormes de los títulos que no tuviésemos.
Por supuesto, nadie de la época podría haberse anticipado a los precios que llegarían a tener en el presente estos títulos. En cadenas de tiendas como Cash Converters, que proliferaron en España a raíz de la crisis inmobiliaria y crediticia de 2008, muchos de estos videojuegos clásicos tenían precios de compraventa muy bajos, incluso estando completos y en buen estado y hasta precintados.
Las rebajas que en su día hicieron que estos juegos se vendieran a precios irrisorios respondían a una lógica comercial sencilla: eran títulos considerados antiguos y las tiendas necesitaban dar salida a su stock para dejar espacio a las novedades. En el caso de Game Boy y Game Boy Color, la llegada de Game Boy Advance en 2001 marcó el inicio de una liquidación masiva de juegos de la generación anterior. Lo mismo ocurrió con Game Boy Advance tras el lanzamiento de Nintendo DS, haciendo que en 2007 y 2008 muchos de sus juegos pudieran encontrarse por menos de 10 euros.
Sin embargo, lo que en su momento se veía como material desfasado u obsoleto, con el tiempo se ha convertido en objeto de deseo. Estos juegos marcaron la infancia de millones de jugadores y, al ser productos físicos, con el paso de los años han ido desapareciendo debido a pérdidas, accidentes o mudanzas. La combinación de nostalgia y escasez de las unidades en buen estado y completas ha disparado su valor en el mercado retro.
Lo que una vez fueron simples juegos rebajados por falta de interés ahora son piezas muy codiciadas, consideradas artículos de coleccionista que por los que muchos están dispuestos a pagar a precio de oro. La evolución del mercado ha convertido a las consolas de la familia Game Boy en referentes del coleccionismo retro, donde los títulos más emblemáticos se han revalorizado hasta niveles impensables en su época. Lo que queda claro es que la nostalgia mueve montañas y, a medida que pasan los años, la percepción de estos juegos cambia. Quizá dentro de otras dos décadas volvamos a mirar atrás con asombro, preguntándonos cómo fue posible encontrar juegos que, en la actualidad, tienen precios muy asequibles.