Drogas y mucho sexo en una de las novelas más canallas de la literatura: ‘La muerte de Bunny Munro’

Si buscas una novela lejos de los focos mediáticos, distinta y sinvergüenza, ‘La muerte de Bunny Munro’ (Malpaso y cia, 2018) es, sin duda, lo que necesitas. Pero a pesar de ser, en general, una literatura entretenida, sí que es verdad que va perdiendo fuerza a medida que llega su final.

Nick Cave, quien a los amantes de la música les sonará por pertenecer a Nick Cave and The Bad Seeds, una banda de rock/post-punk, es el autor de esta novela que se mueve entre lo canalla y la adicción del sexo de su protagonista quien, también, es adicto a las drogas.

Bunny Munro, vendedor de productos de belleza, recorre la costa inglesa tras el suicidio de su esposa, acompañado por su hijo de nueve años. Perseguido por su lascivia y sus fantasmas, sabe que su final se acerca. Una comedia negra llena de humor ácido y estilo.

Un antihéroe que recordarás siempre

Bunny Munro no tiene nada bueno; es un ser despreciable, drogadicto, adicto al sexo, machista, misógino y obsesivo. Pero a parte de todo esto, también es padre. Y es que Bunny Junior, un niño de apenas 9 años se convierte en una parte muy importante para el desarrollo tanto de nuestro protagonista como de la trama en general.

Y es que este niño supone la única parte humanamente aprovechable que envuelve a nuestro villano. Los amigos de Bunny, sus líos, sus ex, sus clientas y, en definitiva, absolutamente todos los que le rodean salvo su hijo, son seres humanos despreciables.

‘La muerte de Bunny Munro’ es una comedia negra desternillante que asombra al lector más escéptico, pero que llegado al 80 por ciento adquiere unos desvaríos (de trama y del propio personaje) que la hacen confusa y con un final caótico.

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¿Merece la pena leer ‘La muerte de Bunny Munro’?

Sí, mucho. Es una de esas obras diferentes, que trata temas tabú y que en ningún momento trata de romantizar actitudes reprobables.