Cine
El precio de ser John Wick: Keanu Reeves acaba con heridas y lesiones en cada película
El dolor que sufre John Wick en muchas de sus películas es, en la mayoría de las ocasiones, completamente real: Keanu Reeves ha padecido lesiones de todo tipo rodando la saga.
La franquicia ‘John Wick’, protagonizada por Keanu Reeves, ha logrado redefinir el cine de acción gracias a sus espectaculares secuencias, con combates mortales cuerpo a cuerpo y tiroteos relativamente realistas. Lo que muchos desconocen es que gran parte del castigo corporal que recibe el personaje también lo recibe su actor en sus propias carnes, lo que atestigua el extraordinario compromiso de Reeves con estas películas. Según revela el metraje detrás de las cámaras, cuando John Wick parece herido o lesionado, hay muchas posibilidades de que se deba a una lesión real de Keanu Reeves, y no a un dolor fingido.
El compromiso extremo de Keanu Reeves con ‘John Wick’: muchas de sus lesiones son reales
La primera ‘John Wick’ fue estrenada en 2014, y fue un gran éxito de taquilla. Esta espectacular película de acción protagonizada por Keanu Reeves contaba la historia de un asesino retirado que volvía al oficio para cobrarse una venganza ante un agravio personal. Entre sus aspectos más destacados estaban sus coreografías y peleas realistas, donde el asesino legendario era capaz de imponerse sobre sus rivales gracias a su experiencia y su gran tolerancia al dolor físico. En el “detrás de las cámaras” de la primera entrega, los compañeros de Reeves lo elogiaban, ya que cuando el personaje cojeaba o movía un hombro con dificultad, se debía a lesiones reales producidas durante los numerosos ensayos:
“Cuando ves que Keanu sufre dolor en pantalla, seguramente sea real. Cuando le duele una rodilla, el cuello o un hombro, es real”, comenta uno de sus compañeros. “Si ves a John Wick cojear, en realidad es Keanu cojeando”, comentaba otro. “Chad le dijo a Keanu al principio del rodaje que le iba a llevar al límite, y Keanu le dijo ‘hazlo’. Y, ni en un millón de años, Keanu se rendiría”. “En ocasiones, Keanu se quedaba tirado diez minutos tosiendo en el suelo, hasta que podía reincorporarse, y comentaba ‘¿seguimos?’“. Todos estos testimonios pintan un retrato muy colorido con respecto a la seriedad del trabajo realizado.
Por supuesto, a la hora de hablar de “realismo” lo hacemos refiriéndonos a las heridas menores como moratones o lesiones propias de una acción física continuada más allá de los límites razonables, no a las innumerables ocasiones en las que John Wick recibe heridas de bala o puñaladas. En cierto modo, la resiliencia del personaje queda plasmada en pantalla con solvencia gracias a la propia habilidad de Reeves. No es que John Wick sea invencible: sus numerosas heridas le pasan factura, pero sigue adelante gracias a su extraordinaria fuerza de voluntad y su compromiso férreo de liquidar a sus enemigos, sin importarle el dolor. Es precisamente por esto por lo que se ganó el sobrenombre de Baba Yaga: el Hombre del Saco.
En el documental de 2025 ‘Wick is Pain’, que abarca la saga en su totalidad, se ahonda más en profundidad en esta cuestión. Con imágenes inéditas grabadas durante más de una década dentro y fuera de plató, queda más que claro que Keanu Reeves está implicado al 110% con la franquicia ‘John Wick’, y está dispuesto a hacer lo que haga falta con tal de ofrecer acción y adrenalina sin ambages, lo que hace de estas películas obras muy especiales dentro del género.
Aunque sí se utilizan dobles de riesgo para las secuencias más atrevidas y arriesgadas, Keanu Reeves puede decir orgulloso que la mayoría de las peleas de las películas de ‘John Wick’ han sido realizadas por él mismo, lo que le ha ocasionado todo tipo de lesiones y dolores físicos con el paso de los años. Por si no fuese lo suficientemente meritorio, recordemos que, en 2014, cuando se estrenó la primera película, Keanu tenía cincuenta años, y ha seguido una década más participando en la franquicia.
En definitiva: si hay aspectos criticables de estos largometrajes, desde luego que no son sus coreografías o la dedicación y el empeño de sus intérpretes a la hora de plasmar con crudeza las peleas en pantalla. Keanu Reeves nos ha regalado escenas absolutamente inolvidables a lo largo y ancho de esta franquicia, y, a los sesenta años de edad, solo el tiempo dirá si sus ganas y su salud le permiten seguir sorprendiéndonos con nuevas historias y secuencias trepidantes.