Sandhagen destroza la rodilla de Figueiredo para pelear por el título
El estadounidense venció por TKO en el segundo asalto al brasileño en la pelea estelar del UFC Des Moines. Pide al ganador de la pelea entre Merab Dvalishvili y Sean O’Malley.
Cory Sandhagen nunca ha peleado por el cinturón absoluto del peso gallo (sí lo hizo por el interino), y ha hecho méritos para ganarse la oportunidad. El número cuatro del ranking derrotó por TKO en el segundo asalto a Deiveson Figueiredo en la pelea estelar del UFC Des Moines, lesionándole la rodilla, para postularse como candidato. Tras el triunfo, pidió al ganador de la revancha entre Merab Dvalishvili y Sean O’Malley del UFC 316.
El pleito empezó con la intensidad al máximo. Sanhagen fue a presionar desde el principio, y el brasileño respondió con un intento de derribo, pero este subo defenderse bien y presionarle contra la reja. Supo salir Figueiredo del ataque para volver a la acción en el centro del octágono. La diferencia de altura beneficiaba al estadounidense, que cambiaba de guardia constantemente y lanzaba golpes rectos y largos. Consiguió llevar la pelea al suelo el brasileño, intentando cogerle la espalda, pero resistió Sandhagen y quedó arriba. Respondió Figueiredo buscando la llave de rodilla y el norteamericano le clavaba la mano y los codos en su rostro. El brasileño recibió un duro castigo en el suelo, encajando golpes de todo tipo.
En el segundo asalto, Cory insistió con el pateo abajo ante un Figueiredo que no terminaba de encontrar su lugar en la pelea. Volvió a llevar el combate a la lona el brasileño, pero terminó quedando todo en su contra cuando Sandhagen se puso encima. Volvieron arriba, con el estadounidense viéndose muy superior, y se lanzó a por el derribo él, para quedar en la posición que tanto le beneficiaba. En la lucha en el suelo, mientras se agarraban las piernas, Cory agarró el talón de Figueiredo mientras giraba por debajo, torciéndole la tibia, y se le fue la rodilla con el control de cadera, lesionándole.
El brasileño hizo un gesto de dolor y le indicó al árbitro que no podía continuar. Con el rostro serio, en el suelo, fue atendido por los médicos y se levantó cojeando. Un combate que, antes de la lesión de Figueiredo, ya caía del lado de Sandhagen, que vuelve a postularse como uno de los aspirantes para pelear por el cinturón del peso gallo. “Nada te enciende más que una derrota. Quiero ser campeón algún día. A veces pierdo, a veces gano, pero he ganado a una leyenda, un campeón de las 125 (libras). Mi estilo es muy bueno ahora. Tengo grappling, puedo estar arriba o abajo. Merab o Sean O’Malley, quiero al ganador de vuestra pelea. UFC, dame la oportunidad de demostrar que soy el mejor”, declaró el estadounidense al terminar la pelea. Un final amargo para un combate que había generado mucha expectación.
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