UFC

Makhachev, campeón histórico del ligero y Topuria le reta: “Si quiero, puedo acabar contigo”

El ruso somete en el primer asalto a Renato Moicano y el hispanogeorgiano reclama un combate con él. Merab Dvalishvili retuvo su cinturón del gallo y acabó con Umar Nurmagomedov, el primo de Khabib.

Islam Makhachev con su cinturón del peso ligero tras vencer a Renato Moicano.
HARRY HOW | AFP
Cristina Parra
Nació en Martorell en 1999. Grado en Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde pequeña, tenía claro que quería ser periodista y hablar del Atlético de Madrid, hasta que descubrió el boxeo y las MMA. Entró en AS en 2022 y fue la enviada especial a Anaheim, California, para cubrir la disputa por el título del peso pluma de Topuria.
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Islam Makhachev es el rey del peso ligero. En el UFC 311 de Inglewood, California, el ruso sometió en el primer asalto a Renato Moicano, que ocupó el lugar de Arman Tsarukyan que se anunció su lesión el día del pesaje, para convertirse en el campeón con el récord histórico de más defensas en el peso ligero, habiendo defendido su corona en cinco ocasiones, todas con éxito. “Islam, si quiero, puedo acabar contigo. Si quiero, puedo noquearte. Haré que parezca fácil. Nos vemos pronto”, compartió en su cuenta de X Ilia Topuria, calentando el choque. Merab Dvalishvili retuvo su cinturón del gallo ante Umar Nurmagomedov, primo de Khabib y compañero de Makhachev.

La primera derrota de Umar Nurmagomodev no desestabilizó al equipo, que todavía tenía trabajo por hacer. Lo que iba a ser una revancha con Tsarukyan terminó siendo una defensa de última hora con el número 10 en el ranking del ligero (el armenio era el primero), pero el brasileño hizo todo lo que estaba en su mano tras aceptar el pleito con 24 horas de antelación. Salió serio y, sorprendentemente, Moicano conectó una derecha que mandó al suelo al ruso. Islam reaccionó rápido y se fue a por el derribo. Sintió el peligro y llevó el choque a su terreno con un derribo impecable. A pesar de que Renato intentó aguantar, terminó cediendo. Tras presionar unos minutos en el suelo, le finalizó con un D’Arce.

Makhachev volvió a ponerse su cinturón, ese que se ha ceñido ya cinco veces, y aseguró que no tiene ningún rival en mente, aunque pretendientes no le faltan. “A mí no me importa, cualquiera que pueda dar las 155 libras que se meta en la jaula y se enfrente a mí. Me gusta este cinturón. No es mi trabajo, es el trabajo de otro entrar en la jaula e intentar arrebatármelo”, sentenció el ruso. Topuria, atento al evento que podría determinar su futuro.

Merab acaba con el primo de Khabib

“Merab, hermano mío, ¡qué luchador eres! Nos haces sentir muy orgullosos. Esto es lo que pasa cuando el wreslting de Daguestán se enfrenta al de Georgia”, escribió Ilia Topuria, campeón del peso pluma, en X tras la victoria de su compatriota Merab Dvalishvili. El georgiano salió con la mano en alto en su primera defensa del cinturón del peso gallo, imponiéndose por decisión unánime (48-47, 48-47 y 49-46) a Umar Nurmagomedov, el primo de Khabib, que perdió su invicto.

Empezaron midiéndose, desplazándose por la jaula con distancia de striking largo. Ambos se mostraron mucho respeto, y Umar se aventuró a lanzar las primeras patadas, sin llegar a impactar en el georgiano. Merab se tiró con una derecha a por el ruso, poniéndole contra la reja, pero pudo escapar rápido y volver a su lugar, para cruzar manos y calentar el choque. Se lanzó a por el derribo Nurmagomedov, pero el georgiano supo salir girando. El ruso lanzaba manos rectas y precisas por dentro, en un intercambio de golpes en el que atrapó la mandíbula de Dvalishvili. La derecha era la mano clave de ambos peleadores. En el segundo round, Merab metió una marcha más y apretó con una presión asfixiante a Umar, que lanzaba manos y patadas alternadas. Se lanzó a por la pierna, pero Nurmagomedov le dio la vuelta, cogiéndole la espalda, por poco tiempo antes de que el choque volviese arriba.

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Dvalishvili no bajó la intensidad ni cedió un centímetro del octágono. Presionaba con sus manos, se lanzaba a por el derribo y ponía al ruso contra la reja. El campeón no se estaba quieto, parecía que le hubiesen dado cuerda. Todo lo contrario que Nurmagomedov, que, cada vez lucía más cansado. Khabib se dejaba la garganta gritando e indicándole a su primo lo que tenía que hacer, pero no podía frenar al georgiano. Insistían con los intentos de derribo, y Merab aprovechaba el agotamiento de su oponente para dominar y perseguirle. Estaba muy activo con su golpeo, clavando la derecha. Y todo se definió en el último asalto. El monarca salió con la misma intensidad y presión, y un derribo en el que le cogió la espalda a Umar, claramente fatigado, sentenció el pleito. Aunque la victoria fue bastante clara, el clan Nurmagomedov no quedó contento con el resultado. “Volveré a ver la pelea porque no creo que haya perdido. No estoy de acuerdo con los jueces”, declaró Umar, que reveló que se rompió la mano en los primeros rounds. Merab empezó a celebrar el triunfo antes de que sonase la campana. “Cuando cogí esta pelea, con seis semanas de antelación, tenía la pierna lesionada, pero sabía que la UFC me necesitaba, y, como me lo ha dado todo... No estaba al 100%. Tenía una infección en mi pierna y la parte baja de mi espalda fatal”, explicó el georgiano, mostrando su arrolladora y encantadora personalidad, como siempre.

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