La leyenda del deporte que superó TDA, hiperactividad, ansiedad, una tragedia familiar...
Mikaela Shiffrin (29 años) es la primera esquiadora en la historia, hombre o mujer, que logra 100 victorias en la Copa del Mundo. Hablar de su salud mental le ha ayudado mucho para pelear contra ‘sus fantasmas’.


El 23 de febrero de 2025, Mikaela Pauline Shiffrin (29 años) alcanzó en Sestriere (Italia) la victoria 100 en Copa del Mundo. Un hito único en la historia que acrecenta su figura como leyenda del deporte. Cinco años antes, el 2 de febrero de 2020, su padre Jeff, anestesista de profesión, sufrió una caída en su domicilio y quedó en coma muriendo poco después. El ‘Expreso de Vail’ quiso retirarse. “No sentía que valiera la pena preocuparse por nada. Debía preocuparme por el esquí y no lo hice”, relata la más joven debutante en la Copa del Mundo (con 15 años en 2011), doble campeona olímpica y con 15 medallas mundiales (ocho oros).
La historia de Mikaela, icono del deporte mundial, ha sido un camino espinoso desde que a los dos años sus padres le pusieran por vez primera unos esquís en los pies. De niña fue diagnosticada con “con déficit de atención e hiperactividad” y cuando empezó a ganar su cabeza le boicoteaba: ansiedad, vómitos antes de ir hacia el portillón de salida, ataques de pánico, introversión... Nadie conocía el estado mental con el que vivía, ni las personas más allegados. Ni siquiera sus padres

La tragedia de su padre le destruyó totalmente como persona: “Me encontraba abatida, sin autoestima y con un sentimiento constante de desesperanza”. No quería esquiar, le costaba cumplir con sus compromisos de patrocinio, se alejó de los amigos... Con ayuda profesional y la irrupción en su vida de su ahora marido el noruego Aleksander Aamodt Kilde, otra estrella planetaria del esquí, Shiffrin superó muchos miedos y cogió confianza.
Llegaron los Juegos de Pekín 2022... y el resultado fue catastrófico. No acabó el eslalon, el gigante ni la combinada. Y fue novena en el supergigante y decimotercera en el descenso. Tocó fondo. Las redes sociales se cebaron con ella. Las críticas eran furibundas. Y Mikaela tomó una decisión drástica: “Tenía que dejar de huir y esconder lo que sentía. Debía elegir entre la vergüenza de contarlo o desnudar mi alma y ser capaz de seguir adelante”. Dicho y hecho. Se rodeó de un equipo de especialistas y habló públicamente de todos sus fantasmas y de la salud mental. Y los problemas y las crisis, que siguen existiendo, son enfrentados con mejores herramientas.
“Tenía que dejar de huir y esconder lo que sentía. Debía elegir entre la vergüenza de contarlo o desnudar mi alma y ser capaz de seguir adelante”.
Salud mental
El sábado en Sestriere acabó 25ª en el gigante, sin pasar el corte por primera vez desde 2012. El domingo, en el mismo lugar logró su victoria 100ª en el eslalon. El trabajo mental y las armas para ‘pelear’ contra su mente funcionan. “Shiffrin ganará más de 100 y no me entristece en absoluto”, adelantaba el mito Ingemar Stenmark (86 victorias) hace años a ‘Olympics.com’. La estadounidense de 1,70 y 66 kilos, que tiene a la cantante Taylor Swift como ejemplo de trabajo y dedicación, ha llegado a la centena. Historia del deporte mundial.

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