Jaime Canalejo y Javier García, bronce a la velocidad de la luz

El deporte avanza a la velocidad de la luz. Las marcas mejoran competición tras competición y, lo que ayer servía para ser campeón mundial, hoy puede ser un resultado sin premio. Uno más dentro de la élite. Esta semana, en los Europeos de remo, celebrados en Plovdiv (Bulgaria), está quedando claro. Cada regata es más rápida que la anterior. Mantenerse entre los mejores es cada vez más complicado. Este sábado, sin embargo, Jaime Canalejo (33 años) y Javier García (32) dejaron claro que todavía pertenecen a ese estamento. La dupla española, encima de su incansable dos sin timonel, se colgó una medalla de bronce muy cara. La cuarta en su palmarés continental particular. Esta vez, compartiendo podio con Italia y Rumanía, que terminó con el segundo mejor cronómetro de todos los tiempos. Como rayos.

Los Europeos tras unos Juegos, tradicionalmente, siempre han sido una competición de transición. Un lugar en el que reordenar las ideas, probar nuevas embarcaciones (España, sin ir más lejos, lo está haciendo) y afilar los cuchillos para los Mundiales, el gran objetivo del año (en septiembre, en Shanghái). En Plovdiv, no lo está pareciendo. Canalejo y García, que terminaron quintos en París, su segundo diploma olímpico, son la mejor muestra. El jueves, en las series clasificatorias, en una mañana de viento favorable, los españoles rompieron el récord de Europa de su modalidad, superando un registro que se había marcado solamente unos minutos antes. Los rumanos Florin Arteni y Florin Lehaci, a la postre campeones, pararon el tiempo en 6:17.90. Luego, los andaluces, uno del Betis y el otro del Sevilla, volaron hasta los 6:16.21.

El récord español, sin embargo, sólo duró 24 horas. Entonces, Arteni y Lehaci, dejando claro que están en otro nivel, se dispararon hasta los 6:13.91 minutos. Una marca estratosférica que, en la final, volvieron a reventar, con un tiempo de 06:11.57 minutos. Como se anticipaba, el segundo mejor registro de siempre, sólo por detrás del 06:08.50 de los neozelandeses Erik Murray y Hamish Bond en los Juegos de Londres 2012. Un tiempo inalcanzable para el resto, que, pese a la diferencia visual en el campo de regatas, también remaron entre las “antiguas” mejores marcas europeas de la historia. Los italianos Nunzio Di Colandrea y Giovanni Codato se colgaron la plata con un tiempo de 06:15.06; Canalejo y García, por su parte, cruzaron la meta en 06:16.72, cerca de su magistral tiempo del jueves, cuando, brevemente, fueron los europeos más rápidos de la historia.

En la final, los españoles, como es habitual en ellos, salieron de menos a más. Cruzaron quintos los primeros 500 metros, pero con uno de los ritmos más altos de paladas, y aceleraron tras el paso por el kilómetro, siendo la embarcación más rápida en ese momento. El podio estaba definido a falta del último 500, con Rumanía destacada y una lucha encarnizada entre España e Italia, que sorprendió y le negó la plata a Canalejo y García, abonados al tercer cajón del podio. Los remeros del Club Náutico de Sevilla, juntos desde 2011 y subcampeones del mundo en 2022, ya se colgaron el bronce europeo en Lucerna 2019, Múnich 2022 y Bled 2023. En Plovdiv, repitieron y añadieron el 16º metal continental al palmarés español, que no pudo sumar a través de Aina Cid e Iria Jarama, sextas en doble scull. Este domingo (10:17, Teledeporte), lo intentará el cuádruple scull de Aleix García, Rodrigo Conde, Jordi Jofre y Gonzalo García.

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