El boxeo conquista Times Square con el batacazo de Ryan García

Toda la expectación del mundo del boxeo estaba puesta en Times Square. La icónica plaza de Manhattan, por primera vez en la historia, acogió una velada de boxeo, con un ring en el centro, para que millones de personas pudiesen disfrutar de los combates de tres de los púgiles más famosos y mediáticos del panorama internacional: Ryan García (24-2-0, 20 KO), Devin Haney (32-0-0, 15 KO) y Teófimo López (22-1-0, 13 KO). En las primeras filas, estrellas al nivel de Mike Tyson, Óscar de la Hoya o Shakur Stevenson, junto al jeque árabe Turki Al-Sheikh, el artífice de esta revolución del noble arte, no quisieron perderse este innovador evento en el que los protagonistas llegaron en coches de policía, de bomberos y hasta un Batmóvil.

Turki quería volver a enfrentar a Ryan y Haney en una revancha tras el nulo por positivo en ostarina, una sustancia prohibida, del primero. Cada uno tenía que ganar su respectivo combate antes de este segundo cruce, pero la inactividad pasó factura al de ascendencia mexicana. Tras un año fuera de los cuadriláteros por la sanción por dopaje, el estadounidense sumó su segunda derrota al perder ante Rolando Romero (18-2-0, 13 KO) por decisión (115-112, 115-112 y 118-109). “Hizo una buena pelea, no voy a poner excusas. Ha sido un año duro, física y mentalmente. Hablaré con mi equipo de qué haremos después”, asumió Ryan.

El primer asalto de estudio y en el segundo empezó la acción. Con una potente combinación en el rostro, Romero mandó a la lona al de Golden Boy con un croché de derecha en la mandíbula. Este se levantó rápido y volvió a la carga. García rebajó la intensidad, manteniendo la distancia con el jab para terminar de reponerse, mientras que Rolando atacaba su cuerpo. Empezó a entrar más en el combate, consiguiendo llegar repetidas veces al rostro del de ascendencia cubana. En la segunda parte del encuentro, Romero metió una marcha más y continuó el castigo. Clavó varias manos en el cuerpo de Ryan, intentando picharle. Siguieron llegando las manos, casi volviendo a mandarle a la lona. García se movía, intentaba mantener la distancia o se agarraba para evitar que los golpes de Rolando llegasen. Este le arrinconó contra la esquina, dominante, encontrando los huecos en su guardia, y siguió mostrando su superioridad hasta que sonó la campana.

Haney sí que cumplió con su parte del trato. El estadounidense se impuso por decisión unánime (119-109, 119-109 y 118-110) a José Carlos Ramírez (29-3-0, 18 KO) en un choque sin mucha acción, con ataques de manos sueltas y muchos desplazamientos por el cuadrilátero. Un choque sin mucha pasión que fue más un trámite que un reto real. La revancha quedó en el aire ante la mirada decepcionada de Devin y su padre.

El combate empezó pausado y calmado, sin muchas manos ni intensidad. Ramírez conectó una izquierda en el rostro de Haney, pero no hubo mucha más acción, ya que este se mantuvo desplazándose por el ring. En los últimos compases del segundo round, intercambiaron manos peligrosas, y en el tercero empezaron a venirse arriba. Devin encontró el hueco en la guardia de su oponente, le coló un gancho y castigó con varias manos. A pesar de ello, José Carlos no dejaba de perseguirle, intentando acertar también. Haney cada vez se sentía más cómodo, marcando el ritmo y conectando manos en la cabeza de su oponente. Se movía por el cuadrilátero con un excelente juego de pies, quedando fuera de su alcance con el jab. Ramírez intentaba responder a la contra, pero sus manos no llegaban. Y esa fue la dinámica de todo el combate. Un Haney escurridizo que se desplazó por el ring, llegando con manos sueltas certeras, y evitando los ataques de un intenso José Carlos.

Téofimo sigue siendo el campeón

Teófimo López volvió a dar un show de los suyos. El estadounidense de ascendencia hondureña salió al gran evento en su salsa, con un chaleco de policía, al nivel del acontecimiento. Retuvo su cinturón del peso superligero de la OMB al vencer a Arnold Barboza Jr. por decisión unánime (116-112, 116-112 y 118-110) en un combate en el que se lució. Tras el contundente triunfo, pidió a Jaron Ennis (34-0-0, 30 KO), campeón FIB del peso wélter, división que ya advierte desde hace tiempo que quiere asaltar.

El primer asalto fue de estudio, pero con Teófimo dejando claras sus intenciones, haciéndose con el control del centro del ring y lanzando las primeras manos. Barboza no reculaba, plantaba cara y también tiraba. The Takeover le perseguía por el cuadrilátero, manteniendo la distancia entre ellos con el jab, evitando sus golpes. Rompió esa defensa el púgil de ascendencia mexicana con una dura izquierda. Intentó arrinconarlo en el cuarto asalto, pero el campeón se desplazaba muy bien, bailando como suele hacer en sus combates. López conectó una serie de manos que impactaron en el rostro y el cuerpo del aspirante con contundencia. Aumentó la intensidad y el volumen de sus ataques, dominando el pleito y llevando el ritmo.

En el séptimo round, Barboza salió a presionar, pero rápido se encontró con el jab y las peligrosas manos de López, que llegó con un croché de derecha a su cabeza. Sus desplazamientos no permitían que ninguna mano le impactase, y cada vez llegaba con más claridad, también castigando el cuerpo del aspirante. Teófimo, que a pesar de sus buenas esquivas tenía el pómulo derecho inflamado, aumentó el ritmo y clavó varias combinaciones en la cara y el cuerpo de Arnold, que no se rendía y seguía buscando el KO, lo único que podría hacerle ganar el encuentro. Algo que nunca llegó, ya que López siguió esquivando y conectando mientras se desplazaba, sin dejarle opciones. Otro triunfo más de The Takeover.

Noticias relacionadas

Boxeo

De Times Square a la Mansión Playboy: lugares más curiosos donde se han hecho veladas de boxeo

Boxeo | Unificación peso supermedio

William Scull, frente a Canelo Álvarez con parada en España

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.

¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí