Carl Lewis y Teresa Perales, de campeón a campeona
El estadounidense y la española, embajadores de la Noche del Deporte Inclusivo de la Fundación Sanitas, se profesan iración mutua en Madrid.
“¡Estaba enamorada de él!”, exclama Teresa Perales preguntada por la figura de Carl Lewis, antes de matizar que era un amor “platónico”. “Lo que he gritado en mi casa viendo a este hombre...”, confiesa. Lewis recoge el guante y declara su iración por lo que ha conseguido Perales más allá de sus siete oros (27 medallas en total) paralímpicos, formar parte de un movimiento, el de la lucha por la inclusión, que “ha transformado el mundo del deporte en los últimos tiempos”.
Ambos ejercieron este jueves de embajadores de la Noche del Deporte Inclusivo de la Fundación Sanitas, a la que también acudieron otras figuras del deporte como Felipe Reyes o Amaya Valdemoro, además de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y Miguel Carballeda, del Paralímpico.
Para Perales, aún queda camino por recorrer en materia de inclusión. “Nos falta la segunda parte. Ya hemos conseguido la consideración y nos queda en lo que estamos ahora, que las federaciones internacionales asuman, o se creen nuevas, con el deporte paralímpico y el olímpico conviviendo juntos. Ahora mismo hay negociaciones en el atletismo o la natación en ese sentido”, añade Teresa, muy ilusionada con la posibilidad de participar en “la guinda del pastel del trabajo que la Fundación Sanitas lleva haciendo mucho tiempo”, y que ella ha defendido siempre.
“Ha sido un camino en el que, de manera muy natural, todos hemos ido formando parte. Desde las primeras jornadas de sensibilización. En un país en el que no sabíamos lo que era esto, lo que significaba, fuimos poniendo en marcha competiciones, entrenamientos, y el año pasado ya los primeros Juegos Inclusivos. Es absolutamente necesario que los niños desde pequeñitos aprendan que la magia del deporte es que todo el mundo puede practicarlo”, concluye Perales, bajo la mirada aprobadora de Lewis, en la que se aprecia un tipo de respeto mutuo que solo existe entre los grandes campeones.