Balonmano | Mundial
Oda al balonmano: catarsis de Croacia que gana sobre la bocina
Una increíble defensa y la magia ofensiva coral voltean el partido de cuartos a la Hungría de Chema Rodríguez con un parcial de 5-0 en 4:55.

Menos de un segundo para el final del partido de cuartos de final del Mundial en el Arena de Zagreb. El balón sale de la mano del pivote croata Marin Sipic y entra inexorablemente en la portería de Hungría. Locura en los miles de aficionados tras ver cómo su selección daba la vuelta a un partido que a falta de 4:55 tenía únicamente un color, el verde de la equipación de los húngaros. El equipo que dirige Chema Rodríguez desde el banquillo jugó 55:05 de ensueño, dominando el encuentro y con un marcador amplio a su favor: 26-30.
Sin embargo, el dios del balonmano decidió llenar de locura y emoción lo que estaba sucediendo. Un final que fue una oda a este deporte. Cada ataque magiar era resuelto con defensas espectaculares y cada ofensiva local finalizaba en gol con jugadores croatas diversos. Gol a gol, la diferencia menguaba y el público elevaba el nivel de decibelios hasta el cenit y la gloria final de Croacia: fabulosa defensa para forzar una falta en ataque con un jugador menos, genialidad de Srna para dejar solo a Sipic y cerrar la locura en Zagreb: 31-30. El rival el jueves será Francia, que derrotó con muchos más apuros de los previstos a Egipto por 34-33.
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