Pellegrini-Maresca, padre e hijo
Los técnicos de Betis y Chelsea se encontraron en Málaga y se reencontraron en Londres. Había una promesa presente: verse en la final de Breslavia.


El pasado 21 de febrero Manuel Pellegrini observaba el sorteo de octavos de final de la Conference League sabiendo que quizás las bolas podían ser claves en el devenir de su equipo. Vitoria Guimaraes o Chelsea. Era la cuestión. Dos caminos viables en manos del destino. Y la respuesta fue Guimaraes. No habría ningún cruce con el conjunto inglés hasta una hipotética final. Pero sí había una promesa: “Le mandé un mensaje diciéndole que nos veíamos en la final”. Pellegrini escribió a su amigo Enzo Maresca. Habían convivido juntos en el fútbol. Y se citaron para una cita que ahora ya es realidad. “Ojalá no hubiera sido el Chelsea más que nada por la amistad que tengo con Enzo Maresca”, itió el chileno. Es la historia de una cita que los dos soñaron.
Pellegrini y Maresca fueron maestro y discípulo en el Málaga desde 2010 hasta 2012. Años después, con el italiano ya convertido en pieza de banquillo, trabajaron juntos en el West Ham. Los halagos llegaron por parte de Maresca desde hace días. “Es especial, es una referencia para mí. Pasé cuatro años con Manuel. Es un gran ser humano, una gran persona, para mí es como mi padre en el fútbol. Estamos en o. Hablé con Manuel, somos muy cercanos. Hemos hablado mucho en el pasado, hablamos en el presente y hablaremos en el futuro”.
El técnico del Chelsea se rindió a la forma de trabajar de Pellegrini y no dudó en buscarle comparaciones: “Trato de aprender de todos los entrenadores. Por su manera de entrenar me recuerda mucho a Carlo Ancelotti. Después del partido no va a cambiar nuestra relación”. No habrá tanta amistad sobre el césped del estadio de Wrocław.
Pellegrini también devolvió elogios e incluso bromeó cuando se le preguntó si su ‘hijo’ Maresca debería obedecer en la cita de Breslavia: “Cuando los hijos crecen, los padres ya no tienen ninguna autoridad. Él aprendió de muchos, también estuvo con Pep Guardiola. Lo está haciendo de forma brillante”. El chileno siente algo especial por su oponente, pero se mantiene firme en destacar su trabajo y la mínima influencia que tiene en él: “Solo tengo palabras positivas. Creo que tendrá una gran carrera y ya la está teniendo. Refleja su capacidad y la intención de estudiar y aprender que siempre tiene. Tiene un gran presente y un gran futuro”. Ahora se verán las caras en una final que puede ser crucial para el mañana de ambos. No habrá demasiados secretos tácticos sobre la mesa, pero sí un puñado de sentimientos difíciles de olvidar.
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