“Todavía queda mucho por descubrir de Maroan”
En cuatro meses, Maroan Sannadi ha pasado de jugar en el Barakaldo de Primera Federación a ser titular en el cuarto clasificado de la Liga y disputar unas semifinales europeas.


A los que tengan algún problema de esos insignificantes y que elevan a categoría de drama, deberían recetarles hablar con Maroan Sannadi (Vitoria, 24 años). Primero, por cómo ha ido aprendiendo que la vida es un regalo. Algo heredado de unos padres que llegaron de adolescentes a Euskadi desde Marruecos en busca de una vida más próspera. Y en segundo lugar, por su contagiosa sonrisa, que ilumina el rostro de un cíclope de 192 centímetros con aspecto de chico angelical. Un tipo exquisito en el trato, amable y educado. “Buenas, soy Maroan, encantado, ¿cómo te llamas?”, saluda mientras tiende la mano. Este es Maru.
Estamos a pocos metros de donde tuvo lugar un homenaje muy entrañable a De Marcos. ¿Aún le dura la emoción?
Sí, la verdad que cuando llegué aquí no me imaginaba poder vivir estas cosas. Esto que comentas también es bonito. Cuando llegué aquí, De Marcos me recibió con los brazos abiertos, me apoyó en todo momento y es algo que valoro todos los días. Verle despedirse como futbolista junto con sus seres queridos y yo estar entre ellos, para mí es un gran honor.
¿Un espejo en el que se puede mirar o una figura irrepetible?
Bueno, es difícil tener una carrera como la suya. Como persona es increíble, alguien muy honesto. Pero esperemos tener una bonita carrera también.
Ha caído de pie en este vestuario. Todos le adoran. Sin ir más lejos, en ese homenaje Nico no paraba con las bromitas.
Sí, la verdad es que yo, de primeras, soy una persona un poco introvertida, pero cuando la gente me da confianza, me suelto. Este vestuario se le hace fácil a cualquiera.
Es lo que destaca todo el mundo, que el grupo es muy familiar, ¿no?
Pues venía de un buen vestuario en el Barakaldo, un poco con la incógnita de cómo sería esto. Al encontrarme con esta familia, fue un alivio. Estoy muy agradecido, disfrutando todos los días.
Pero sí habrá notado diferencias entre una caseta y otra.
Bueno, yo pensaba que iba a haber mucho ego y esas cosas, porque cuando estás en esos niveles no sabes lo que puede venir. Pero cuando he entrado aquí he visto que la gente es normal, humilde, es como tú. Y la verdad es que lo agradezco.
Cuando llegué aquí, De Marcos me recibió con los brazos abiertos, me apoyó en todo momento y es algo que valoro todos los días”
Maroan Sannadi
Cuando vio al Tottenham campeón de la Europa League ¿no llegó a pasársele por la cabeza: ahí tendríamos que estar nosotros?
Te engañaría si te digo que no, pero también pienso que todas las cosas pasan por algo y que, si tiene que llegar, llegará.
Saltar de un Primera Federación de zona media al cuarto de la Liga y estar a un paso de una final europea, todo ellos en cuatro meses... ¡De locos!
Bueno, el míster dice que esto no es así todos los años (risas), que no nos acostumbremos. Pero bueno, gracias a Dios estamos viviendo esto. Y tenemos el domingo una oportunidad para festejar y recordar este año que será imborrable.
Un cuento de hadas. Si alguien le dice en enero: va a pasar todo esto, le habría tomado por loco.
Bueno, uno siempre sueña, pero no se da cuenta de que puede llegar en cualquier momento ese salto. A día de hoy, todavía intento ser más consciente de lo que estoy viviendo, pero es difícil.
Sí es consciente de sus orígenes, sus raíces. Muchos niños marroquíes, muchos Maoarns se han quedado por el camino y tendrán que jugar en categorías inferiores o asumir trabajos muy duros y mal pagados.
Sí, la verdad es que he hecho muchos sacrificios y animo a los jóvenes que hagan lo mismo. He sacrificado toda la juventud para poder estar aquí y la vida te da oportunidades. Es verdad que a algunos les da más. Estoy agradecido a Dios porque la oportunidad que tengo es muy grande.
He sacrificado toda la juventud para poder estar aquí y la vida te da oportunidades”
Maroan Sannadi
Habrá oído los elogios de Valverde, por todo lo que aporta, parece que le tiene ganado, es un poco como un padre. Agradece su esfuerzo.
Eso es lo mínimo que va a tener, ese esfuerzo, una entrega total. Todavía queda mucho por descubrir de Maroan. Estoy muy agradecido al míster y de poder seguir disfrutando de él.
Sí, pues le echó la bronca el otro día por tirarse a ver si picaba el árbitro y pitaba penalti.
Sí, es normal porque era una ocasión muy clara y, además, me quedaba solo. Luego en el vídeo vi que le piso al defensa. Me doy cuenta de que he desperdiciado una oportunidad y me echó un par de gritos en el vestuario.
A ver, humilde sí, pero no se asusta ante nadie. Una jugada de tío vivo supuso la expulsión de una institución como Hummels ante la Roma y estuvo a punto de liar otra similar ante Maguire en semifinales de Europa League contra el United.
No, eso es una de mis características. Una cosa es el trato que tengo con las personas, intento ser un ejemplo. Y luego en el campo, todo lo contrario, no voy a dejar de ser atrevido, con ganas de hacer disfrutar a la gente.
Asusta un poco, ¿no? Un tipo de 1,92 que disfruta yendo al choque... Cuando sale y ven esa mole, chocan como contra un muro, un tanque de esos que ya casi no hay en fútbol. Sabe que es un recién llegado, pero hay que imponer respeto.
Claro, vengo del Barakaldo y todo eso, pero no tengo miedo de nadie. Yo respeto a todo el mundo, pero pienso que puedo ganar a cualquiera.
Vengo del Barakaldo y todo eso, pero no tengo miedo de nadie"
Maroan Sannadi
¿Le sigue gustando lo del ‘Elefante africano’? El elefante al que todos intentar derribar.
Sí, sí, eso es algo que viene conmigo porque yo lo recuerdo de una manera cariñosa.
¿Cómo recuerda la niñez? Ahí, en la ikastola, un mocoso con muchos sueños y con raíces de fuera.
Sí, bueno, yo era un chaval feliz, ajeno a los problemas que teníamos en ese momento. Mis padres ocultaron mucho de lo que pasaba en casa. A veces hablando con la familia nos preguntábamos cómo salimos de esas situaciones. Gracias a eso forjamos un gran carácter, tenemos esta mentalidad y adquirimos una buena educación. Yo solo me dedicaba a intentar jugar a fútbol, a disfrutar. Ahora si pienso todo lo que he pasado, pues sí que diría que he vivido una infancia dura, pero yo la disfrutaba de la mejor manera posible.
Sus padres son un poco como los de los Williams, ¿no? También vinieron de fuera, dos lecciones de vida.
Sí. Bueno, los míos no han pasado por el desierto, pero tampoco fue fácil cuando llegaron aquí y la verdad es que han trabajado toda la vida por nosotros.
Su padre fue repartidor, más tarde abrió una carnicería...
Luego lo dejó. A mis padres les debo todo. Sí he triunfado ha sido gracias a ellos.
Simbolizan la unión de la cultura vasca y marroquí.
Y me alegro por ello, espero que estemos unidos para siempre porque es lo más importante, la convivencia y unión entre diferentes culturas. Vivir en naz y armonía.
El racismo se tiene que erradicar de una vez por todas, porque ensucia la imagen del fútbol"
Maroan Sannadi
¿Afecta algo el Ramadán en el rendimiento en la élite?
No. Es algo que llevo haciendo toda la vida y eso viene de dentro. Son mis creencias. Yo juego al fútbol y eso no afecta.
Luego está el tema del racismo. Lo vimos contra el Betis, tiene mucha repercusión porque es en Primera División, pero en otros campos de categorías inferiores pasa casi desapercibido.
Sí, bueno, es un tema importante que se tiene que erradicar de una vez por todas, porque ensucia la imagen del fútbol. Intento darle su debida importancia, tampoco es algo que me obsesione, es mejor que no te reste energías. Pero, bueno, está claro que hay que sacarlo de la sociedad.
Siempre se ha mostrado agradecido al Barakaldo, no tanto al Alavés. ¿Le dolió que no apostaran con más firmeza por usted?
Más que apostar, el trato que he recibido, cuando creo que he dado todo por el Alavés y que mi sueño también era poder debutar en Mendizorroza, porque yo soy un chaval de Vitoria. Con lo primero que sueñas es con vestir de albiazul. Cuando no eres correspondido, cuando te dejas todo y cada año demuestras que puedes estar a arriba incluso con los mismos registros que otros jugadores... Es parte del fútbol. Gracias a eso, la mentalidad que he desarrollado pues es muy grande. Durante dos años no lo he pasado bien, pero es una etapa de mi vida que ya ha pasado.
Y entonces te llama la Athletic. Se le abren las puertas del cielo.
Estaba muy feliz en el Barakaldo, pero no dejas de poner la vista en el futuro. Tenía que volver a Vitoria y no quería. Entonces el Athletic me ayudó muchísimo.
Siempre habla de Cristiano, de su mentalidad. Estos días ha visto por aquí a Aduriz. Su físico es como el de Haaland. ¿Tiene un ídolo?
Yo intento coger de cada delantero lo bueno, pero yo soy yo mismo y la gente va a ver un gran delantero.
Y Lewandowski que lo va a tener el domingo enfrente, ¿qué le parece?
Joder, hace nada, cuando era pequeño, estaba viendo la semifinal de Champions, con el Dortmund, cuando le metió cuatro al Real Madrid y ahora jugaré contra él... Una pasada
Y se enfrentará a Iñigo Martínez, ¿estuvo aquí? ¿Qué le parece?
¡La caña! Un gran central, él marca la línea de fuera de juego. Me gusta este tipo de retos.
Siento el cariño de la afición cuando voy por la calle y lo agradezco
Maroan Sannadi
Lo de meter goles y todo eso, ¿le da muchas vueltas, tiene cierta ansiedad?
No, no, lo de los goles no me preocupa, nada. Sé que son etapas y momentos y yo creo que van a llegar muchos.
Que 50 000 personas le aclamen ¿le abruma?
Es que cuando entro al campo, todo lo de fuera, se me desactiva, intento aparcarlo, pero yo siento el cariño de la afición cuando voy por la calle y cuando estoy en San Mamés. Estoy muy agradecido.
Tiene nacionalidad española y marroquí. No le gusta mucho hablar de la selección de Marruecos. El entrenador tiene el nombre de Sannadi subrayado en rojo. ¿Otro de los sueños puede ser jugar el Mundial con Marruecos en 2030, en la sede de ese país, España y Portugal?
Me gustaría jugar un Mundial, ya veremos qué pasa.
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