De la Fuente busca un encaje a la ‘evolución’ de Isco
El malagueño juega en el Betis con libertad y de segundo delantero, una figura que en la Selección del riojano ha sido residual o cuando había que cambiar los partidos.

Isco Alarcón se incorporaba este domingo a la Selección española después de algún día más de descanso tras disputar con el Betis la final de la Conference League. El jugador malagueño regresa al equipo nacional casi seis años después de su última aparición: fue el 10 de junio de 2019, ante Suecia, en el Santiago Bernabéu. España ganó aquel partido por 3-0, con goles de Sergio Ramos y Morata, ambos de penalti, y un tercero de Mikel Oyarzabal a pase de Fabián Ruiz.
Cuando finalizó esa primera etapa en la Selección, entonces militaba en el Real Madrid, Isco tenía todavía 27 años y actuaba en varias posiciones del centro del campo y del ataque. Tras llegar a Heliópolis en el verano de 2023, Manuel Pellegrini ha ido amoldándole a otro puesto ideal de casi segundo delantero, con libertad para asociarse por detrás del punta y apareciendo muchas veces en posiciones de remate.
Aquel último partido con España lo completó Isco como falso extremo izquierdo en el clásico 4-3-3 que usaban Robert Moreno (que entonces sustituía a Luis Enrique) y el propio exseleccionador asturiano. Con la Roja, el de Arroyo de la Miel ha ocupado básicamente la posición de interior, por delante del pivote, justo después de que Vicente del Bosque le hiciera debutar en 2013 para luego convertirle en habitual durante la clasificación para la Eurocopa de 2016. Julen Lopetegui le usó muchas veces como creativo y Luis Enrique tiró más de él para alguna de las bandas, aunque con capacidad asociativa por el centro.
Luis de la Fuente, sin embargo, se ha acostumbrado en estos tiempos de bonanza a jugar siempre que puede con extremos puros (Lamine Yamal y Nico Williams como principales opciones) y un delantero centro. Por detrás, interiores dinámicos y/o con fortaleza como Pedri, Fabián Ruiz, Mikel Merino, Gavi o incluso el más ofensivo Dani Olmo. Cierto es que el técnico riojano ha amoldado alguna vez ese sistema para colocar un doble pivote y futbolistas más atacantes por delante, como ocurrió por ejemplo durante esta última clasificación para la Final Four, ante Dinamarca en el Parken de Copenhague. Aquel día, y ante la baja del ya importantísimo Lamine Yamal, Baena y Oyarzabal ocuparon las alas, con Ayoze de delantero centro y Dani Olmo de enganche. Zubimendi y Merino formaban entonces el mediocampo.
Tras convocarle por primera vez, De la Fuente deberá buscarle encaje a Isco aunque, a priori, no parece fácil si el técnico quiere seguir jugando con extremos puros y el mismo tipo de interiores que solía. La evolución del futbolista malagueño y su nuevo papel con libertad y mucha llegada en el Betis parece para un papel más de revulsivo que desde el inicio en esta España del técnico riojano que, de momento, todo lo gana. La calidad del bético, eso sí, puede aportar cosas que no tenía todavía el equipo.
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