Un año del hundimiento del Racing de Ferrol: de la salvación a la pesadilla
El triunfo ante el Elche del 31 de marzo de 2024 selló la permanencia a 9 jornadas del final. 365 días más tarde, el club está desahuciado y muy cercano al descenso a Primera RFEF.
La vida del Racing de Ferrol ha cambiado de forma radical en un año. El conjunto ferrolano pasó de ser la revelación en la categoría con una temporada notable, firmando la salvación el 31 marzo tras ganar al Elche (1-0), a vivir una campaña de auténtica pesadilla. La segunda vuelta del ejercicio pasado el club dio las primeras pistas de que la situación deportiva comenzaba a torcerse con tan sólo 22 puntos, pero en líneas generales con el equipo navegando en aguas tranquilas, no encendió ninguna luz de alarma.
Cristóbal Parralo, con la sensación de haber cerrado el círculo después de firmar el ascenso y una temporada con los objetivos cumplidos con amplia antelación, renovó su estancia en el banquillo del Racing de Ferrol, en lo que fue una crónica de una destitución anunciada. El rostro del propio entrenador en la presentación de su renovación, el de su segundo técnico Javier Manjarín, el director general Carlos Mouriz y el del presidente Manuel Ansede, no reflejaban en este movimiento un total convencimiento de cara al objetivo de poder estabilizar al club en la categoría.
A medida que avanzaba el verano las decisiones en cuanto a la formación de la plantilla fueron mermando al equipo con salidas de jugadores importantes como Iker Losada vendido al Betis por 1.8M€ o sin ofrecer renovación a estandartes del club como Jon García y Heber. En los huecos que iban quedando en una plantilla debilitada llegaron jugadores experimentados, pero que ya habían dado su mejor fútbol en el pasado como es el caso de Bebé, Manu Vallejo o Erick Cabaco.
Desde pretemporada, el Racing de Ferrol vino dando signos de no contar con las cualidades suficientes para poder cumplir sus objetivos en Segunda División. Los síntomas fueron confirmados con el comienzo de la competición con una plantilla nula en ataque, ciertamente sólida en defensa, pero castigada cada vez que una desconexión llegaba a los de la zaga. La temporada fue avanzando mientras el equipo acumulaba goleadas como ocurrió frente al Albacete (1-4), Oviedo (1-5), Almería (1-4) o Racing de Santander (6-0), que fue la gota que colmó el vaso para la destitución de Cristóbal Parralo a mediados de enero, aunque había sido ratificado por el club tan sólo unos días antes, el 26 de diciembre.
Sin soluciones en el mercado invernal reconociendo movimientos erróneos retornando a Heber al equipo seis meses después de su exilio a Portugal o con una retirada forzada de Álex López en mitad de la temporada para poder fichar, el Racing de Ferrol no encontró su rumbo, sino que hizo lo más complicado: empeorarlo. Alejandro Menéndez, en el banquillo del equipo desde hace diez jornadas, tan sólo ha podido sumar 4 puntos de 30 posibles para alejar al conjunto verde hasta los 14 de la salvación, por los 8 a los que se ubicaba cuando el técnico asturiano llegó a Ferrol. La dolorosa derrota en el derbi frente al Deportivo (0-1) cerró el círculo de un año natural para olvidar, después de pasar en 365 días de cumplir ampliamente el objetivo de mantener la categoría a vivir una pesadilla, en la que el descenso no es matemático, pero una decepcionante realidad asimilada ya desde hace varios meses.
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