Fiascos y suspensos en la temporada del Racing de Ferrol
La campaña del fulminante descenso de los ferrolanos a Primera RFEF deja marcada a la inmensa mayoría de la plantilla. Únicamente Jesús Ruiz ha estado a la altura.
Lo que ha vivido el Racing de Ferrol en la recién finalizada temporada ha sido una de las peores de la historia del club. Desde el inicio de campaña han ido dando síntomas de no estar a la altura de la exigencia del fútbol profesional, siendo el conjunto verde un fijo en descenso durante 39 de las 42 jornadas disputadas. El gran enemigo de esta plantilla ha sido el gol con la evidente falta de calidad en todas las líneas, que ha llevado a batir récords negativos en la historia del club. Llegaron hasta los 767 minutos sin marcar y tan solo 22 goles en 42 partidos, peor cifra en Segunda desde que compiten 22 equipos. El balance destaca por fiascos, suspensos y tan solo un jugador que ha presentado un rendimiento de aprobado.
Jesús Ruiz: Lo único salvable de la plantilla. Tuvo errores, pero en la gran mayoría de ocasiones sus aciertos mantuvieron con vida al equipo. Su exhibición en la victoria frente al Levante, su mejor momento.
Yoel: Tuvo su oportunidad durante varios partidos, de forma incomprensible, cuando Jesús Ruiz estaba siendo lo único salvable del equipo. Cumplió en algunas jornadas, pero quedó marcado por errores groseros contra el Deportivo o Albacete.
Emilio Bernad: Estuvo dos años en la sombra. Tuvo su única oportunidad en el último partido frente al Sporting con errores, pero con alguna mano de mérito.
Moi Delgado: Formó parte del equipo durante la primera vuelta protagonizando fallos graves que costaron caro al equipo. Su costado del campo fue un filón para los rivales, que terminó siendo motivo más que suficiente para que el club prescindiese de sus servicios.
Brais Martínez: Las lesiones lo acribillaron, sin oportunidad para encontrar continuidad y dejando patente su condición de jugador de cristal. En sus pocas apariciones, ha dado claros síntomas de que Segunda es una categoría en la que sufre en exceso.
Enmanuel Insúa: Todo pundonor y corazón. Llegó en enero con el equipo en la UCI, pero hasta donde no llegó su calidad, al menos puso todo de su parte para tratar de dar el máximo que tiene.
David Castro: Su temporada comenzó con mal pie con una enfermedad que lo tuvo apartado durante meses del equipo. Hizo todos los esfuerzos para recuperar su plenitud física y lo consiguió. Su puesta en escena tuvo precipitaciones y errores que costaron muy caro.
Naldo: Tuvo una primera vuelta en la que fue de lo mejor del equipo, aportando su jerarquía desde su veteranía, pero duró eso, una vuelta. En la segunda parte del campeonato se diluyó por completo con fallos importantes, cometiendo diversos penaltis.
Aleksa Puric: Tuvo un papel de protagonismo que no era el esperado. Todavía tiene por delante mucho margen de mejora, sobre todo a la hora de salir con el balón jugado y la necesidad de medir los tiempos en las marcas. No fue de lo peor, pero su nivel no ha sido suficiente.
Erick Cabaco: Llegó al equipo tras un año prácticamente en blanco por lesión y volvió a repetir una temporada igual. Las lesiones fueron una pesadilla para el uruguayo, que en lo poco que jugó, demostró que hubiese sido intocable en el eje de la defensa.
Julián Delmás: En muchas ocasiones su lateral fue una autopista para los rivales. Sufría por físico y tenía muchas carencias a la hora de tapar a extremos rápidos. El club prescindió de sus servicios para consumar en Cartagena un año con dos descensos.
Rober Correa: Si el físico le respeta demostró, en pocas ocasiones, ser un lateral aprovechable. Tuvo más errores que aciertos, que le condenaron a verlo gran parte de la temporada en el banquillo.
Aitor Buñuel: No es ninguna figura, pero sí un currante que se ha partido literalmente la cara por poder ayudar. Dejó todo lo que tuvo, pero su gran losa fue la grave lesión que sufrió en el rostro en Riazor y que le lastró durante toda la temporada.
Aitor Gelardo: Demostró en ocasiones ser un futbolista con calidad y capacidad para organizar el medio el campo, pero sorpresivamente pasó de participar poco a ser un espectro con Alejandro Menéndez.
David Carballo: A pesar de ser un juvenil estuvo en dinámica de primer equipo. Apenas participó en un par de ocasiones, no desentonó y desapareció de un plumazo de las convocatorias.
Álex López: Forzó la máquina para tratar de ayudar en el campo un año más, pero a mitad de temporada con poca participación, protagonizó el gesto que le honra de dar un paso al lado para que el club pudiese fichar.
Josep Señé: Pasara lo que pasara fue un fijo en el medio del campo. No firmó un buen año con un juego previsible, en ocasiones demasiado lento y finalmente también contagiado de todo lo negativo del equipo.
Álvaro Sanz: Demostró ser un jugador de calidad, pero que ha dado muy poco después de lo esperado en su figura. Tuvo intenciones, pero insuficientes para agradar.
Luis Perea: Uno de los grandes fiascos de la temporada. Jugador con físico notable y calidad, pero entre las lesiones y su falta de sintonía con la grada, lo dejan muy señalado.
Fran Manzanara: Terminó jugando por delante de nombres que a priori le superaban. Derroche, garra y grandes esfuerzos, pero terminó vencido por el ritmo de la categoría.
Raúl Blanco: Descaro, explosividad y ganas de comerse el campo. Sorprendió en los primeros partidos, pero terminó perdiendo protagonismo y finalmente lesionado.
Bebé: Otro de los grandes fiascos de la temporada. Jugador llamado a marcar diferencias en el equipo, pero su paso por Ferrol quedó marcado por partidos descafeinados y varios desaires con la afición.
Nacho: Puesta en escena decepcionante, pero dando el descubrimiento de que su puesto es el lateral con sus mejores minutos en dicha posición.
Naim: Llegó cedido en enero, dejando una estancia sin pena ni gloria en su paso por Ferrol.
Dorrio: Evidenció unas grandes carencias para poder ser un futbolista de Segunda División. No se le puede achacar su entrega con mentalidad para intentarlo una y otra vez a pesar de no conseguirlo.
Heber: De forma inexplicable el club prescindió de sus servicios en verano para rectificar el movimiento en invierno. Veterano, pero con un centro característico letal. No encontró conexión con los delanteros.
Manu Vallejo: Caso digno de estudio en Expediente X. Jugador llamado a ser referencia, pero que apenas acumuló 200 minutos, sin participación desde diciembre. Estuvo en la mayoría de las convocatorias, pero desde entonces no volvió a jugar.
Chiki: Llegó para mejorar lo que había en la delantera, pero claramente lo empeoró. No cuajó en el campo y tampoco con la grada.
Álvaro Giménez: No tuvo un buen año con fallos atípicos en su voracidad de cara a portería. Es de los que lo intentan todo, sin embargo, no le ha salido casi nada.
Eneko Jauregi: Tuvo dos meses muy buenos al inicio siendo la referencia goleadora del equipo. Desde entonces, deambuló por el campo y fue más habitual verlo sentado en el banquillo.
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