Duelo de fe en Riazor
El Deportivo busca el triunfo para mantener viva la llama del playoff, el Tenerife necesita lo mismo para que no se desvanezca el sueño de una salvación que puede acercarse a seis puntos si gana.
Quedan siete jornadas de LaLiga y el tiempo se agota para todos los equipos. A unos les parecerá una eternidad para defender lo que ya tienen. A otros, como a Deportivo y Tenerife, escaso para llegar a los objetivos que otean en el horizonte después de un sprint que posiblemente hayan comenzado demasiado tarde. En el caso de los coruñeses, con la salvación virtual en la mano, se llama playoff. En el de los insulares, permanencia. Para los primeros la meta está a ocho puntos, para los segundos, puede acercarse a seis tras las derrotas de ayer de Zaragoza y Eldense (sigue el partido en directo en as.diariodetocantins.com).
Por eso el partido de esta noche en Riazor es una cuestión de fe. Una cuestión de creer que todo es posible por el buen momento que atraviesan ambos equipos. Los de Gilsanz suman ocho jornadas sin perder, algo que sólo ha logrado el Eibar en estos dos últimos meses. Los de Cervera, que tras altibajos y dudas han logrado dar con la tecla, suman cuatro victorias en los últimos seis partidos para ser el cuarto mejor equipo en este periodo de tiempo. Una reacción que les ha llevado a recortar de forma notable una supervivencia que a principios de marzo estaba a 17 puntos.
Además de la fe, ambos equipos comparten asuntos terrenales, como es el enfado con el VAR. Las decisiones del último mes han transformado el mosquero en indignación en el caso de los coruñeses. En el de los insulares es similar, con el ingrediente añadido de ser líderes en Segunda en expulsiones, con nada menos que nueve a sus espaldas. Muchas coincidencias con dos entrenadores que saben que el único camino en Riazor se llama victoria, lo que puede favorecer un partido más abierto de lo que podría esperarse en un principio.
El Depor, al margen de cuentas para el playoff, ganar es también una deuda con Riazor, como recordó ayer Gilsanz en rueda de prensa. Una necesidad para una afición que sólo ha contemplado cinco victorias de los suyos en casa. Un reto para el que el técnico contará con cuatro bajas por lesión (Barcia, Ximo, Escudero y Gauto) además del sancionado José Ángel. Muchas ausencias a las que se unen las dudas en los dos laterales, con Obrador y Petxarroman entre algodones. Lo que no tiene misterio es dónde estará el peligro, que una semana más señala al tridente de la ilusión que forman Yeremay, Mario Soriano y Mella. Juventud, calidad y goles, ya que también son los máximos goleadores del equipo sumando 23 entre los tres, la mitad de los que lleva el Depor.
El Tenerife, por su parte, se presenta en Riazor sin los titularísimos Aitor Sanz y Sergio González para tratar de prolongar su esperanza. El capitán, sobre todo, ha sido uno de los actores fundamentales para que los isleños sigan con vida en este tramo final cuando parecían desahuciados hace poco más de un mes. Varios son los candidatos para suplirle, aunque las opciones principales son dos: Fabio o Aarón Martín. Antes del regreso de Aitor, era el grancanario quien estaba jugando, pero el canterano ha respondido a gran nivel cada vez que ha participado. Cualquiera que lo haga será una garantía. Por el central, su reemplazo parece más claro, con el ecuatoriano Bam-Bam Landázuri acumulando todos los números. El resto del once podría ser el mismo de la pasada jornada.
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