Dituro: “Sería un error pensar que ya lo hemos conseguido”
El portero del Elche atiende a AS y habla de todo: el posible ascenso, Sarabia, su futuro, el “enojo” cuando no juega
-¿Cómo está?
-Bien, ilusionado, contento por lo que viene por delante.
-¿Y cómo está el equipo?
-El equipo lo veo muy bien, muy ilusionado, entrenando con una energía increíble, compitiendo en cada entrenamiento, con muchas ganas... Veo un ambiente espectacular y eso llegado a esta etapa de competición es muy positivo.
-¿Qué hubiera pensado cuando llega al Elche de Turquía, en enero de 2024, y le dicen esta situación?
-El objetivo era intentar subir a Primera. Lo que me ilusionaba de Elche es que era un lugar de mucha pasión con el equipo, donde la gente acompaña en las buenas y en las malas, que siempre se jugaba con mucha gente y el proyecto ambicioso que había para poder devolver el Elche a Primera. El objetivo desde que llegué fue intentar lograr el objetivo. El semestre anterior no se pudo dar y este año con Eder el objetivo es el mismo. Estoy muy feliz de estar en este momento. Hemos ilusionado a la gente, nos ven y se sienten identificados... hemos logrado muchas cosas pero falta lo más lindo, lo más importante.... Estamos preparados para ser valientes y competir en todos los campos.
-¿Cómo es Eder Sarabia?
-Yo a Eder no lo conocía. Me había enfrentado en Copa, con el Celta, contra el Andorra. No jugué ese partido pero me gustó muchísimo cómo jugó su equipo. Luego, cuando él llega a Elche yo no me acordaba que era él el entrenador de ese Andorra que jugaba tan bien. Desde que llegó ha intentado tener una identidad del equipo, que tengamos un estilo clarísimo de juego. Conforme pasó el tiempo ambas partes fuimos encajando en lo que él quería y en lo que el equipo le podía dar con otras alternativas. Se está viendo un estilo de juego que a nosotros, como equipo, nos acomoda y nos ha llevado al lugar donde estamos. Lo que hacemos es para intentar ganar los partidos, para crear muchas ocasiones de gol y para intentar ser un equipo sólido.
-El estilo está claro pero también este estilo ha servido para conseguir resultados...
-Sí, ahí está la capacidad y la inteligencia del cuerpo técnico. Nuestra base es el estilo de Eder que es muy marcado pero también ellos han visto que dentro de este estilo puede haber unos matices que al equipo le hacen bien y que le hacen estar más cerca de ganar. Esa capacidad de mezclarlo para conseguir la victoria ha sido muy importante.
-¿Con la ventaja de puntos que llevan, qué significaría un triunfo contra el Albacete?
-Si hay algo que tuvo este equipo ha sido enfocarse en cada partido como si fuese el último y trabajar la semana de esa manera. Es el partido más importante porque es el más cercano que tenemos. Y después será el Granada, el Burgos, el Levante, el Huesca, el Málaga y cerraremos en Coruña. Es cierto que estamos en una posición de privilegio y que si nos dicen en pretemporada que a falta de siete jornadas íbamos a estar con seis puntos de ventaja con el tercero más el golaveraje, lo firmábamos todos. Porque en esta Liga que es tan competitiva, que todo se define al final, poder estar dependiendo de nosotros es importante pero esta ventaja no te asegura nada. Tenemos que seguir trabajando. Sería un error pensar que ya hemos conseguido el objetivo. ¿Conseguimos muchas cosas? Sí, pero el objetivo final aún no está. El foco tiene que estar en el Albacete. Va a venir más gente de los 20.000 que vienen casi todos los partidos. Ilusión y centrarnos en eso: ser valientes, ir a por el partido y ojalá que cuando pite el árbitro el final podemos tener tres puntos más.
-¿Cree que el Albacete llegará relajado al estar lejos del playoff y del descenso?
-Ellos vendrán a jugar su partido. Son jugadores competitivos, que tienen una idea clara cuando juegan de visitantes. Tenemos que estar muy atentos a las transiciones, a la velocidad que tienen por banda, jugadores de calidad arriba y en situaciones de poco espacio. No se van a relajar, perdieron en casa pero venían de una racha muy positiva. Nosotros no podemos bajar ni un segundo, tenemos un objetivo muy grande por delante.
-¿Cómo gestionan la más veteranos esa ansiedad en los más jóvenes?
-La gestión es dejar que nos expresemos. Que esa ilusión que tenemos por el ascenso, dejar que fluya durante la semana, no reprimir ese sentimiento porque está ahí y somos seres humanos, pero a la hora que toca jugar el partido enfocarnos en eso: saber con qué rival te vas a enfrentar, sus características, dónde le podemos hacer daño, en qué hay que tener cuidado... Pero durante la semana, la ilusión que florece por nuestro cuerpo está y hay que sacarlo, hay que hablarlo.
-¿Cómo interiorizan cuando llegan de un partido de muy lejos y hay 1.000 personas, casi de madrugada, esperando al equipo?
-Es una locura, se te pone la piel de gallina. Ves la ilusión de la gente y es algo que nos tenemos que hacer cargo, como grupo. Poder trasladar esto a la gente, que se siente agradecida... Y que cuando juegas un partido fuera y no pueden viajar porque trabajan o porque no tuvieron la posibilidad, que te estén esperando a la una de la madrugada en el estadio para darte todo su cariño por un partido de fútbol, es increíble. Pero es que hay gente que veo todos los días y están ahí: los papás de los compañeros de mi hijo de seis años... y gritándome como si no fuésemos a vernos durante toda la semana.
-¿Ha hablado ya con el club de su renovación?
-No. Estoy muy contento por cómo me estoy sintiendo a estas alturas de mi carrera. Tengo 37 años, cumplo 38 dentro de pocos días. Físicamente me siento increíble. Mentalmente tengo muchas ganas de seguir compitiendo, pidiendo, exigiendo, protestando... eso me mantiene vivo. Tengo muchas ganas de seguir jugando. Todavía no hemos hablado, estoy disfrutando mucho de lo que me está tocando vivir, del vestuario... llegué a un vestuario de gente desconocida y poco a poco todos siendo excelentes compañeros, muchos de ellos teniendo una convivencia muy cercana y algunos de ellos se han convertido en mis amigos. El tema de la renovación o no llegará cuando tenga que llegar. Somos gente adulta y sabemos cómo funciona el fútbol. A mí me encantaría seguir porque mi familia está muy contenta en la ciudad, mi hijo juega en el Elche y yo estoy muy feliz en la ciudad.
-¡Qué buena decisión tomó en enero de no salir!
Sí, tuve ofertas en pretemporada y también en enero, económicas muy buenas. Pero en ese momento me siento a conversar con mi mujer y le digo que quería quedarme para volver a intentarlo. No podía dejar que mi hijo viera que a la primera no me salió, renunciar al sueño de aportar para que el Elche subiera a Primera. Le dije: ‘Voy a volver a intentarlo, me voy a enfocar, voy a dar todo de mí para intentar ayudar a que este equipo esté con posibilidades de subir a Primera División’. Y ojalá podamos disfrutar todos si conseguimos el objetivo.
-¿Cómo gestiona un portero que viene siendo titular, quedarse en el banquillo, de repente, en algún partido?
-Yo soy muy competitivo y quiero jugar todos los partidos. Pero cuando un entrenador toma una decisión pienso en el bien del grupo. Claro que me enojo porque quiero jugar. Más allá de que los dos estemos preparados y podamos jugar, en el momento que no me toca sí me enojo. Porque el día que no me enoje cuando no juegue tengo que dejar el fútbol. Porque querría decir que me da lo mismo y a mí no me da lo mismo. Yo entreno y compito toda la semana para jugar. Ahora, la madurez mía está en eso. Cuando era más chico, ese enojo me duraba mucho y podía perjudicar a un compañero. Hoy ese enojo me dura lo que me tiene que durar. Pero a la hora de apoyar a mi compañero, de hacer una entrada en calor extraordinaria para que él se sienta bien, de entrar al vestuario y dar una arenga o alentar a mis compañeros, de festejar cuando hacemos un gol... soy el primero, para eso estoy siempre aunque no me haya tocado jugar. Y después de festejar, yo quiero entrenar, porque quiero preparar para el siguiente partido.
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