Italia se rinde a Rafa Marín
El Nápoles ganó en Monza en su estreno como titular y el defensa recibió los elogios de Conte: “Lo hizo genial, la seriedad y el trabajo pagan”.
Rafa Marín vivió el sábado el día más feliz de toda su complicada temporada. El español, que había sido titular solo en los dos partidos de Copa italiana ante Palermo y Lazio, nunca había salido de inicio en la Serie A. Había jugado apenas cinco minutos contra la Lazio en febrero y 18 contra el Empoli el pasado 14 de abril.
Las lesiones de Juan Jesus y Buongiorno, sin embargo, le abrieron el camino a la titularidad ante el Monza. Y Rafa cumplió: jugó los 90 minutos y se ganó los elogios de Conte, que ya la semana pasada había destacado su “trabajo silencioso comiendo césped”.
“Hoy Rafa se estrenó como titular y lo hizo genial”, afirmó el técnico. “Se lo ha ganado y estoy muy contento, porque la seriedad y el trabajo, al final, pagan”. El español fue de menos a más durante el partido. La falta de minutos se notó al principio en el ritmo, pero estuvo sólido en varias intervenciones y gestionó muy bien la amarilla que recibió en el 30’ para frenar a Dany Mota.
Los números avalan su actuación: completó 74 de 75 pases (99%), fue perfecto en los envíos en largo (100% precisos) y ganó el 70% de los duelos disputados. Marín recibió elogios también en la prensa: Corriere dello Sport afirmó que “no tuvo errores y jugó con personalidad”; Il Mattino, que “respetó las órdenes del técnico y se atrevió con alguna incursión central”. El exmadridista comentó su estreno en DAZN: “Me siento bien, estoy contento por haber debutado como titular. En la primera parte tuve que tomar medidas y adaptarme a los compañeros, ya que no he jugado demasiado hasta ahora. En la segunda me sentí mucho mejor, aunque al final apareció el cansancio. A partir del minuto setenta y cinco noté el desgaste, también porque me falta ritmo de competición”.
A pesar del escaso protagonismo hasta ahora, Marín dejó claro que se siente cómodo en Nápoles: “Me gusta todo aquí: el mar, el cariño de la afición y la forma en la que se vive el fútbol. Estoy a gusto y feliz”. Su oportunidad llegó tarde, pero en el momento decisivo: el Nápoles está empatado a puntos con el Inter, que cayó en Bolonia, y tiene cinco partidos por delante para seguir soñando con el cuarto scudetto de su historia. Con Juan Jesus fuera de combate y Buongiorno aún entre algodones, Marín deberá estar listo: se avecinan semanas que pueden ser históricas.
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