Un socavón en la izquierda

La banda izquierda ha sido un quebradero de cabeza para Simeone durante gran parte de la temporada. Tanto en el lateral como por delante, el míster ha ido haciendo pruebas, en función del rendimiento de los suyos, del rival y del plan, pero sin terminar de convencerse. Galán estaba asentado hasta hace unas semanas y Lino venía apareciendo con más frecuencia, pero ante el Barça el Cholo hizo otra apuesta muy diferente: Reinildo y, delante, Giuliano. Tampoco le convenció y, tras algunos retoques de esquema durante el primer tiempo, sacó a ambos en el descanso.

La elección de Reinildo se entendía porque en los últimos tiempos ha vuelto a ser el lateral elegido para tapar a los grandes extremos en las grandes noches. La de Giuliano, cambiándolo de banda, era novedosa. A Simeone no le agradó y pronto lo devolvió a la derecha, para que por la izquierda fueran pasando De Paul, Barrios, Griezmann... En el intermedio, el Cholo quitó a Reinildo, a Giuliano y a Azpilicueta, que el miércoles jugó por la derecha, pero en Cornellà lo había hecho por la izquierda, con gol incluido. Y metió a Galán para esa misión del carril izquierdo que incluye defender a Lamine y ayudar en ataque. En esta ocasión, Lino y Gallagher se quedaron sin minutos, pese a que el británico había sido de los destacados ante el Espanyol y suele poner la fuerza que le faltó al equipo.

Reinildo, Galán, Azpilicueta...

Toda esta sucesión de nombres, tanto los que jugaron en Copa como los que no, son el reflejo de las dudas frecuentes de Simeone... y de que hay deberes para el futuro próximo. En lo que va de curso, Reinildo y Galán han jugado 29 partidos cada uno, aunque el extremeño, que pasó de inédito a titularísimo, ha sido más veces titular (24 por 15 del mozambiqueño) y ha dado cuatro asistencias. Azpilicueta ha aparecido por el lateral izquierdo en seis encuentros. Buscar un 3 es una de las prioridades del mercado para el Atlético.

Y por delante, más de lo mismo. Gallagher y Lino se habían ido alternando durante los últimos meses sin terminar de cuajar, uno porque no es esencialmente su sitio y otro porque ha dado un bajón considerable con respecto al pasado curso. Riquelme desapareció y la prueba de Giuliano ante el Barça apenas duró 20 minutos. Por eso, de cara al futuro, todos los caminos llevan a Baena. El almeriense y un lateral convincente para el socavón de la izquierda.

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