Marcos Llorente, de nuevo al rescate

Para todo, Marcos Llorente (Madrid, 1995; 30 años). Ese papel que una vez tuvo Saúl Ñíguez, hoy lo representa el 14. Un multiusos. El Hombre Lobo que resuelve todos los problemas con su bendita ubicuidad. La polivalencia. Que es bueno y brilla allá donde le pongas. Un roto, ahí Marcos y asunto arreglado. Lleva ocurriendo casi desde que llegó al Atlético, como 5, como pivote, heredando palabras mayores, el dorsal al Capi, a Gabi, un icono por siempre, y con el papel de suplir a Rodrigo Hernández, cuya vuelta al Atleti solo había durado un año.

Al menos con esa idea le fichó el Atlético en el verano de 2019. Pero ese lugar en el que brilló en la 16-17 cuando estuvo cedido en el Alavés por el Madrid y que había sido su posición de “toda la vida” es, quizá, en la que menos ha habitado con la rojiblanca. Llorente rinde mejor cuanto más cerca está del área. Y eso lo vio Simeone cuando llegó. Le costó entrar, le costó mucho. Pareció marcarle mucho una roja que en aquella pretemporada vio en un amistoso ante las Chivas. Total que era diciembre y había pasado más tiempo en el banquillo que en la hierba (320 minutos de 2.160 posibles). Y antes de que llegase aquel 11 de marzo de 2020 en el que su historia cambió para siempre con aquellos dos goles en Anfield, ante el Liverpool, en la vuelta de los octavos de la Champions que significaron la clasificación de los rojiblancos a cuartos y su nombre en la historia, llegó un entrenamiento en el Metropolitano en noviembre y esas palabras del Cholo: “El día menos pensado te pongo arriba”. Arriba. De delantero. Arriba. Exudando gasolina con su moto mientras alcanza la línea de fondo. Arriba. Y seguir haciendo de Marcos Llorente una leyenda rojiblanca.

Multiusos Marcos

Hay partidos en los que ha empezado en el lateral derecho y ha pasado por el medio antes de terminar en la delantera. Y no uno, varios. Y sin perderse en uno de los viajes al carril derecho, una posición que al principio no le gustaba, pero, al contrario que Saúl, la acató y la interizó, la hizo suya: hoy es el lateral diesto titular del Atlético sin ser lateral diestro y por delante de jugadores que sí lo son (Nahuel Molina). Con el Cholo ha jugado de pivote (20 veces), mediocentro defensivo (60), ofensivo (20), mediapunta (19), carrilero derecho (26), interior (82) y hasta extremo (1). Pero ante las bajas de Barrios (sanción) y Koke (lesión), el Cholo lo tiene claro: al pivote se va Llorente y no Gallagher. Llorente de nuevo al inicio al medio, porque el Cholo lo sabe: Marcos es su comodín, la pieza siempre al rescate. Y no falla.

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