Llorente, del mediocentro más recuperador al todocampista imparable

El 14 Llorente regresa a Mendizorroza convertido en uno de los futbolistas claves del Atlético en una posición distinta a la que le consagró en Vitoria.

A la izquierda, Llorente en el Alavés en la 16-17. A la derecha, esta 24-25 en el Atlético.
Patricia Cazón
Patricia Cazón Trapote nació en Zotes del Páramo, León, en 1980. Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca y Master de El País trabajó en El Diario de León y El País Semanal antes de llegar a AS en 2004. Cronista del Atlético desde 2016, es autora de cuatro libros y tertuliana en El Golazo de Gol y Estudio Estadio.
Actualizado a

Ocho años separan una foto de la otra. La de Marcos Llorente (Madrid, 1995; 30 años) en el Alavés y la de Marcos Llorente, en el Atlético. Ocho años en el que su importancia en el campo es la misma, la de un jugador clave, aunque su posición haya cambiado por completo. Porque ocho temporadas después, Llorente regresa a Mendizorroza convertido en un todocampista total y en el carrilero diestro titular para Simeone, aunque ese no sea su sitio, muy lejos del perfil de mediocentro recuperador, como brilló en Vitoria aquella temporada, la 16-17, cedido por el Madrid cuando el Castilla ya se le había quedado pequeño.

A las órdenes de Pellegrino, Llorente se convirtió en el futbolista de campo que más balones recuperó de Primera en el curso: 303, 14 de ellos solo en la final de Copa contra el Barcelona que el equipo vitoriano disputó. 31 partidos como titular, 2.805 minutos y la llamada de la Sub-21, entonces con Celades como seleccionador. Y un cariño ya para siempre: el que la grada siempre le profesó. Confirmado para el fútbol de élite su camino, sin embargo, terminó llevándole por una senda que entonces quizá no imaginaba. La rojiblanca.

Porque Llorente regresó al Madrid al término de su cesión, donde militó dos temporadas, con Zidane de entrenador: sin apenas minutos (20 partidos en dos años) y oportunidades. En 2019, tras la marcha de Rodrigo Hernández, que solo un año después de llegar al Atleti para ocupar el sitio de Gabi se iba al Manchester City tras la llamada de Guardiola, el Atleti le fichó por 40 millones. En principio para ocupar ese lugar. El del mediocentro recuperador con físico. Sin embargo, tampoco nada salió como se había perfilado en el papel.

Solo le falta ejercer de portero

Porque Llorente llegó y apenas jugó (la mili del Cholo...) y la Navidad se pasó y seguía en el mismo sitio que con Zidane, sin minutos ni oportunidades... Hasta Anfield y aquella vuelta de octavos de final justo antes de que el mundo se parara por la COVID-19 que quedó durante mucho tiempo en la retina: su salida cambió el rumbo del partido, sus goles lo llevaron a cuartos. La grada tenía un nuevo ídolo mientras Simeone cambiaba su plan olfateando gasolina, toda esa que rezuman sus piernas. En la Liga que los rojiblancos ganaron en 20-21 fue clave, con dobles figuras en goles y asistencias y, aunque no ha repetido esos registros, siempre es fundamental. Uno de esos jugadores con los que Simeone siempre cuenta. Porque tiene respuesta.

Noticias relacionadas

Llorente siempre se faja, corre, se derrama. Lo da todo. Y donde le toque. Porque en los partidos pasa por todas las posiciones. Juega atrás, en el medio y hasta de delantero. Porque se ha hecho titular de la banda derecha, una posición que no le emocionaba, y en la que ha rendido a un nivel sobresaliente. Encarando, ganando la línea de fondo, sumando, siempre sumando. Ese Llorente que regresa a Mendizorroza como entonces. Determinante. Llorente y diez más. Como era hace ocho años, en Vitoria.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Tu opinión se publicará con nombres y apellidos

Te recomendamos en LaLiga EA Sports

Productos recomendados