La vida en un puente aéreo
El Leganés no depende de sí mismo para salvarse: tiene que ganar y que el Espanyol no venza a Las Palmas.
Esperanza se escribe con E. Como Espanyol. También estrépito comienza por la inicial de los pericos. Sobre esa balanza caprichosa se mecen las opciones de permanencia del Leganés, a medio camino entre la ilusión y el pánico. Y aunque hay cosas que depende de lo que hagan hoy los de Borja Jiménez frente al Valladolid (tienen que ganar sí o sí para salvarse, siga el partido en directo en as.diariodetocantins.com), su verdadero partido se disputará a 621,1 kilómetros. En el RCDE Stadium.
De nada servirá un último triunfo local en Butarque y alcanzar los 40 puntos (pase lo que pase, incluso los 37 actuales ya lo hacen el tercer mejor Lega de Primera de la historia) si en Cornellà Las Palmas pierde. Por simplificar calculadoras: los pepineros seguirán en la élite sólo si ganan hoy y el Espanyol no lo hace. Cualquier otro escenario hunde al Lega. Tan simple. Tan complejo.
Vaivenes
Sí, la mano de la partida la tienen en Barcelona, pero lo cierto es que tiene mucho mérito que el Leganés llegue vivo a esta última jornada. “Todos sabemos lo que pasa dentro del club… y no nos ha ayudado a lo largo de la temporada”, reconocía esta semana a EFE un Renato Tapia capitán sin brazalete y experto en hablar sin tapujos. Su frase es radiografía de un club que se ha puesto palos en las ruedas a sí mismo con muy cuestionables decisiones.
Desde la gestión insólita del adiós del director deportivo (durante dos meses ha habido dos en el cargo, hoy Txema Indias se despide), hasta las tensas relaciones entre plantilla y propietarios (el presidente deslizó en El País una imagen de jugadores pedigüeños y desde entonces la distancia es notable) pasando por la tibieza en la resolución de un futuro sin capitán (Borja tiene asimilado su adiós) o piezas clave (Rosier, Neyou o Raba saldrán). Y aún así, el Lega resiste.
Olé para una plantilla que hoy quedará mermada sin Neyou, Rosier, Brasanac o Nástasic. Munir lo tiene difícil. “El once sale solo”, ite Borja. Raba, la máxima esperanza, sí que llegará y se unirá a la clase de Diomande, Juan Cruz y Óscar para obrar el milagro. Delante, un Valladolid transparente, descendido y en modo desbandada total, venta del club incluida. Ayer se confirmó que Ronaldo es pasado en la víspera en la que el Leganés se juega su futuro.
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