La paradoja del Espanyol
Joan, Roberto y Puado tienen muy complicado seguir en el club. Cuanto mejor lo hagan, y antes se salve el equipo, más se reducen sus opciones
El objetivo número uno del Espanyol es salvar la categoría. Se sabía ya en verano y pese a la buena dinámica en 2025 nada ha cambiado en el club blanquiazul. Manolo González ya ha expresado en alguna ocasión que el objetivo es lógicamente cerrar la permanencia lo antes posible y en eso trabajan todos en la entidad perica. Pero desde los despachos, evidentemente, se mira más allá del final de temporada. Y construir el Espanyol de la próxima temporada no será ni mucho menos sencillo. Mantener el actual once, imposible.
Todos los futbolistas están contribuyendo, más o menos, en el progreso del equipo. Pero es evidente que hay algunos que están sumando más que otros. Por sus minutos, pero también por su impacto en el juego. Y en esta categoría destacan tres nombres propios: Joan Garcia, Javi Puado y Roberto Fernández. Son tres casos diferentes cuyo futuro pinta complicado en clave blanquiazul, pero tienen algo en común. Cuanto mejor jueguen, cuanto mayor rendimiento tengan, más se acercará el club a la salvación. Pero más se alejarán ellos de seguir en el equipo.
Quien no tiene prácticamente ninguna opción de continuar, por no decir ninguna, es Joan Garcia. Le siguen varios equipos de Champions, con el Arsenal a la cabeza, y este verano se marchará del Espanyol. El club tiene presupuestados ya 15 millones de ingresos en ventas para este verano y todo ese dinero se cubrirá con la salida de Joan. Si el equipo se queda en Primera, además, el club ingresará más de lo presupuestado en ventas. Garagarza lo ha explicado varias veces y Joan nunca ha descartado salir. Su futuro, pues, está escrito. Solo falta conocer donde jugará Joan la temporada que viene.
La venta de Joan y la ampliación de capital prevista para antes de que acabe la temporada debería situar al Espanyol en el regla del 1:1 para fichar, hoy está excedido, pero eso no implica que vayan a haber grandes dispendios este verano. Y aquí es donde entra Roberto. Pese a que su cesión está siendo fructífera, los 10 millones que debería abonar el Espanyol para hacerse con sus servicios son prácticamente inasumibles para la maltrecha economía perica. Pero es que además, cuanto mejor juegue, mayor interés va a levantar de otros equipos con mayor capacidad económica. Otra vez la paradoja.
De los tres quien tiene más opciones de seguir en el equipo es Javi Puado. Para lograrlo se tiene que lograr sí o sí la permanencia y después mejorarle el contrato. Puado es un jugador muy codiciado en el mercado, acaba contrato, y pese a que las conversaciones nunca se han roto, sí parado, su continuidad no está ni mucho menos garantizada. El Espanyol lo intentará, pero dependerá de la voluntad del futbolista y, lógicamente, de la ofertas que maneje para marcharse a otros clubes. Y volvemos a lo de siempre, cuanto mejor juegue y más goles marque, mejores y más variadas serán esas propuestas.
El ‘problema’ del Espanyol no acaba ahí, sino que hay varios de los jugadores cedidos cuyas posibilidades de continuar menguan en función de cuán bien lo hagan. El primero es Kral, un futbolista con el que el club ya trabaja en su continuidad. Pero también hay otros, como Romero o Kumbulla, cuyo rendimiento marcará las posibilidades que tenga el Espanyol de mantenerlos un año más.
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