Atlético

Giuliano, mucho más que ‘el hijo de’

El Atleti vuelve a levantarse sobre el pundonor del extremo argentino, el jugador rojiblanco revelación del año.

Giuliano corre a por un balón en el Atlético-Valladolid.
CHEMA DIAZ | DiarioAS
Patricia Cazón
Patricia Cazón Trapote nació en Zotes del Páramo, León, en 1980. Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca y Master de El País trabajó en El Diario de León y El País Semanal antes de llegar a AS en 2004. Cronista del Atlético desde 2016, es autora de cuatro libros y tertuliana en El Golazo de Gol y Estudio Estadio.
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EI rendimiento de Giuliano (Roma, 2022; 22 años) en el Atlético ha sorprendido hasta a su propio padre. “No esperaba que tuviese éste, sí que nos fuese a ayudar. Por eso pensé en tenerlo como uno más para la plantilla”, confesaba el propio Diego Pablo Simeone al término del Atleti-Valladolid. Y es que había vuelto a pasar. Habían sido las carreras de Giuliano las que le cambiaron la suerte, la cara y el gesto macilento al Atlético en este partido ante el colista. Igual que a finales de octubre, cuando el argentino se había hecho con la titularidad para levantar al equipo rojiblanco tras la debacle del Villamarín e instaurarlo en las 15 victorias seguidas. Carrera a carrera.

Giuliano ha dejado de ser ‘el hijo de’. Porque sí, lo es, claro, y eso es imborrable. Lo lleva en el apellido y en la sangre. El Simeone del siglo XXI, el Simeone jugador del Metropolitano. Cómo corre, sin guardarse una gota de sudor, derramándose, con carreras imposibles en las que él solo cree... Para contagiar a los demás. Porque si algo tiene el pequeño Simeone es esa capacidad para cambiar la atmósfera de los partidos. Nació con el Nunca dejes de creer en la cuna, era el bebé que el Cholo portaba en los brazos en su despedida como futbolista en el viejo Calderón (diciembre de 2004), el niño que corría como recogepelotas a abrazarle con los goles del Atlético 13-14, ese que volvió a ser campeón de Liga ya entrenado por su padre. Imágenes que siempre estarán ahí y que le curtieron la piel. Pero que el propio Giuliano ha dejado atrás con sus carreras. Ya no es solo ‘el hijo de’. Es muchísimo más que eso. Es Giuliano.

“Para mí jugar con este escudo es todo. Siempre quise estar aquí y siempre daré lo máximo”, confesaba el jugador también al término del partido del lunes santo en el que el Atleti remontaba el 0-1 del Valladolid después de provocar el penalti que sería el 1-1 y después de su bota saliera el 2-1, tras quebrar una cintura rival (Javi Sánchez) y disparar tan escorado como letal. Una devoción rojiblanca que se nota en cada partido. Giuliano es ese jugador que todo entrenador quiere tener en su equipo. Basta mirar su hoja de ruta en España para comprobar que, allá por donde pasó, siempre fue titular. Y en ninguno de esos equipos estaba al frente su padre, por cierto.

Giuliano, mucho más que ‘el hijo de’
Diego Pablo con Giuliano, ante el Valladolid. CHEMA DIAZ

Le ocurrió en el Zaragoza, durante su cesión la temporada 22-23, con nueve goles y tres asistencias en 37 partidos. Le volvió a pasar el año siguiente, otra cesión, ahora a un Primera, el Alavés: acabó siendo clave en un equipo que afrontó las últimas jornadas con tranquilidad, salvado en parte por su rendimiento en los 16 partidos que logró jugar. Porque lo que le ocurrió en Vitoria también habla de su fortaleza y resiliencia: en el último amistoso antes de iniciar los partidos oficiales, una entrada por detrás de Matos, jugador del Burgos, le provocó una fractura de peroné y luxación de tobillo. En enero estaba listo para volver. Un año después es bandera del Atleti. Y también de la selección de su país, donde se ha acodado después de que el agosto pasado Scaloni le llamase por primera vez para formar parte de la albiceleste. En el último parón se estrenaba en el gol. Y ante un rival como Brasil. Casi nada.

Y todavía queda más. Lo prometió él mismo desde el Metropolitano, el lunes. “Soy exigente conmigo mismo. Venía de dos o tres partidos regulares, fuera de mi nivel y soy muy exigente conmigo mismo. Quería mejorarlo y todavía me queda más”, declaraba. Porque Giuliano no solo corre, tiene trabajo y esfuerzo. Giuliano es muy inteligente para decidir en los últimos metros. Giuliano tiene la garra del padre, sí, y es además el segundo que más asistencias ha repartido (siete, como Grizi, una menos que Llorente y De Paul). Giuliano es el jugador revelación del Atleti. Giuliano a secas.

El 8º jugador de campo en minutos

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Giuliano no comenzó la temporada en el Atleti, su primera como jugador del primer equipo de pleno derecho, como indiscutible. Ni mucho menos. El hoy 8º jugador de campo con más minutos en la 24-25 (2.415′ en 48 partidos), no jugó ni uno en los tres primeros encuentros del equipo rojiblanco (Villarreal, Girona y Espanyol). Hasta la jornada 7ª no fue titular: en Vigo, a la izquierda y mal. Tres jornadas después, las dos de entremedias sin un minuto tampoco, llegó ese partido, ante el Lega en el Metropolitano y su primera carrera imposible que acabó en el 2-1... Para hacerse imprescindible.

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